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El portavoz del PP de Ponferrada, Marco Morala, ha afirmado que “se está observando que distintas ciudades proponen soluciones diferentes a la necesidad de implantar zonas de baja emisión. Y lo hacen adaptándose a las circunstancias socioeconómicas de su población. En Ponferrada, por el contrario se ha ido a una solución fácil para no tener que trabajar, lo que es una constante del equipo de Gobierno, pero resulta tanto más sangrante para poner en marcha esta compleja medida cuanto más tiempo han tenido para prepararlo”.
“Hace casi tres años que venimos advirtiendo la necesidad de dialogar con los interlocutores políticos y sociales sobre la regulación concreta de la zona de bajas emisiones, puesto que puede diferir notablemente la ordenanza dentro de la amplitud de situaciones que la ley permite. Como era de esperar, se han despreocupado hasta que se les echa el tiempo encima y como es tiempo electoral van a utilizar la triquiñuela de decir que esperan por las obras, pero esperan porque no tienen idea de cómo arreglar su desidia con el impacto notable y negativo que va a tener en Ponferrada”, aseguran desde el PP.
“Esta es una medida que va a impactar bastante menos a quienes tienen la posibilidad de comprar coches modernos dotados de las tecnologías más recientes y con menos emisiones. Pero la situación económica de Ponferrada no está como para muchos dispendios semejantes en muchas familias, no está para comprar coches nuevos eléctricos o híbridos más caros. Por eso estas familias y personas, también pequeños empresarios y autónomos con menos ingresos que antes de la crisis, tendrán más difícil el acceso y el aparcamiento en el centro de la ciudad, lo que se traducirá en menor actividad, menos ingresos para el comercio y menos empleo en Ponferrada”, calcula Marco Morala.
“Las medidas propuestas hasta ahora son insuficientes e improvisadas. Urge que se tengan en cuenta situaciones que pueden terminar de dar la puntilla a negocios que son muy necesarios en Ponferrada. La movilidad está más restringida con estas medidas desiguales e injustas por incompletas, y el futuro de Ponferrada también estará más reducido”, concluyen en el PP.
A los pobres que les den…
¿sr Olegario ?
¿Acaso sólo se puede ir a los comercios del centro en coche? Yo estoy en paro y tengo una carrera, el trabajo está fatal aquí, y, por tanto, me puedo considerar pobre y, como tal, no tengo coche. No me lo puedo permitir. Familias menos adineradas y con coche es algo incompatible. Los coches sólo los tendrán los ricos. Los coches eléctrico no son la solución, no tienen futuro, porque termodinámicamente tienen más pérdidas de energía contando todos los pasos desde la producción de electricidad hasta el accionamiento de los motores eléctricos que los mueven. La conversión de la energía del combustible en un coche de combustión es directa con sólo un paso de pérdida en forma de calor. En los eléctricos, hay como mínimo cuatro etapas de pérdida de energía en forma de calor. Los políticos lo saben. Da igual PSOE, PP, VOX, etc, todos son lo mismo. Los mismos perros con diferentes collares. España se está empobreciendo año tras año y la crisis energética provocada por su declive nos llevará a una realidad inexorable: una forma de movilidad menos dependiente de las energías “fósiles”. Iros empezando a despedir de los coches… a ver quién los podrá tener en un futuro no tan lejano. Abrid los ojos: La era del coche particular está empezando a acabar.
¿Alguna alternativa VIABLE y REAL?. En esta sociedad de consumo y del bienestar en la que vivimos existen muchísimas cosas que contaminan, muchísimas, el dinero también, pero culpar y demonizar al automovil exclusivamente, me parece simplificar exageradamente y de forma peligrosa el problema.
Que no es la contaminación! Es el consumo energético. Y, cuando no haya combustible, nos tendremos que mover de otra forma. Mirad las gráficas por países de la página de la Agencia Internacional de la Energía y como cae a partir del 2020 (¿os suena este año? Sí, la COVID). Claro que hay alternativa: en lugar de ir 1000 trabajadores a un polígono industrial cada uno en su coche, podrían ir en 20 autocares de 50 plazas. Ahorro energético! Claro que se puede ahorrar en más ámbitos del consumo, pero es que eso va a ocurrir, va a ser obligado por la caída de energía. Mirad los precios de la electricidad, la inflación. Que la era del petróleo barato se acabó y cada año será peor. El que quiera entender que entienda.
¿Alternativas? Las piernas, la bicicleta, el transporte colectivo… Que la humanidad no siempre ha vivido con vehículos autopropulsados, eh?
Vaya, en vez de avanzar, retrocedemos. menudo futuro maravilloso. No se pude fiar todo al transporte colectivo, ni por horarios, ni por recorrido, según está montado el mundo actual y me niego a pedalear, lo siento, estoy de las bicicletas hasta los mismísimos, y más de los que circulan con ellas por las aceras, que todavía no se han enterado, que las aceras son para los peatones exclusivamente.
Exacto! Retrocedemos. Vamos a un mundo con menor disponibilidad de energía, con las consecuencias que ello va a traer. El transporte colectivo en el Ponferrada es mínimo, no así en ciudades como Barcelona o Madrid, y lo es por una razón: porque desde hace décadas, cuando el petróleo era barato, la mayoría de la gente se tiraba al coche, era barato y se lo podía permitir y, como consecuencia, el transporte colectivo estaba infrautilizado, iban muy pocas personas, y era deficitario. Se mantenía con fondos públicos para que no desapareciera y esas pocas personas no se quedaran colgadas. Ahora, se volverá a potenciar el transporte colectivo, porque es más barato energéticamente. El futuro será como será, pero no será igual a los tiempos recientes que hemos vivido. Cada uno que haga lo que quiera, somos libres de decidir. El que quiera caminar, que camine, el que quiera ir en bicicleta, que vaya en bicicleta, y el que quiera seguir con el coche, que siga con el coche… mientras pueda seguir pagando los precios cada vez más altos de los carburantes.
En los años 80′, leí el libro “El idiota espabilado” de Richard Scorer. El libro acababa con una reflexión que deberíamos hacernos todos: ¿Qué tipo de persona queremos ser? Pues eso.
Yo no monto en bici, no sé ir en ella, pero, cuando voy a una fiesta, entiendo que luego hay que recoger los desperdicios y adecentar la sala. Las fiestas no salen gratis…