La ciudad de Ponferrada, como otras localidades europeas, se va acostumbrando a las limitaciones a la velocidad recientemente implantadas que reducen a 30 kilómetros por hora la velocidad permitida a los vehículos en las zonas urbanas, con la excepción de algunas vías, donde se puede ir a 50. Las sanciones pueden ascender a 600 euros.
Aun así, la Policía sigue atenta para que no ocurran incumplimientos y se respete el límite de velocidad. Mediante controles por radar, de manera coercitiva, los agentes ayudan a que los más reticentes le pisen al freno cuando circulan por la ciudad, un tema que ha despertado no poca polémica entre quienes no ven bien esta medida y quienes consideran que los peatones ganarán en calidad de vida.
Radares en Ponferrada
Este miércoles día 1, se controlará que se respete el límite a 30 kilómetros por hora en la avenida de Astorga y el de 50 en el punto kilométrico de la LE-142, que viene a ser la zona de la carretera de Molina a la altura del castillete de San Blas, donde se coincide con el Camino de Santiago y un ramal a la Senda de los Canteros, entre el polígono industrial La Barca y la urbanización Patricia.
El jueves, día 2, los controles estarán en la avenida de Portugal (donde no se puede superar los 50 kilómetros por hora) y en la avenida del Castillo (que tiene límite 30).
El domingo, día 5, habrá controles en la avenida de Asturias (50) y la del Canal (30).