Varias asociaciones de agricultores, ganaderos y cazadores han hecho valer su poder de convocatoria para atraer a Madrid a algo más de 100.000 personas, según fuentes oficiales, a una manifestación en protesta por los problemas que sufre el campo.
Varias decenas de bercianos han respondido a dicho llamado, haciendo presencia en las principales arterias de la capital de España, de Atocha a Nuevos Ministerios, portando banderas de la comarca que los hacían fácilmente identificables.
20MRural en Madrid
Diferentes colctivos de Castilla y León participaron en la manifestación ‘20M Rural. Juntos por el campo’, que se desarrolla durante toda la mañana en Madrid para pedir “respeto” para el sector primario y medidas concretas para acabar con los costes de producción “abusivos”, los bajos precios de venta en origen y una PAC “contraria a los intereses de los profesionales de Castilla y León” que está llevando a las explotaciones agrarias a una “alarmante falta de liquidez”.
Así, en la manifestación, que cortó durante este domingo una de las arterias principales de la capital de España como es el paseo de la Castellana, estuvieron presentes, además del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, nutridas representaciones de las organizaciones profesionales agrarias Asaja, UPA y COAG en la comunidad, encabezadas por sus líderes autonómicos Donaciano Dujo, Aurelio González y Lorenzo Rivera, respectivamente.
En declaraciones a Ical, el presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, recordó que la movilización de hoy, precedida por las que las tres opas han ido desarrollando en las distintas provincias en las semanas precedentes, se desarrolla como continuación de las que en 2020 se tuvieron que cancelar por la aparición de la pandemia de COVID, si bien ahora hay “más motivos aún” para manifestarse.
Y es que “la subida de la luz, el gasóleo y los fertilizantes, los bajos precios de venta que se pagan a ganaderos y agricultores, y una PAC errónea que prima cuestiones medioambientales absurdas y restringe la producción” están llevando al sector primario “al límite” ante una clase política que “propicia la producción de otros”, en relación a terceros países, lo que lleva a una dependencia que “no es un buen futuro ni para los que estamos ni para nuestros hijos”.
Es por ello que Dujo pretende que, con la manifestación de hoy, se recupere “el respeto” a un sector que es “prioritario y esencial” ya que “alimenta a la sociedad”, frente a un Gobierno que, en su opinión, “no hace más que criticarnos y crucificarnos” y que solo con el estallido de la guerra de Ucrania ha visto que “se pone en tela de juicio la soberanía alimentaria de la Unión Europea y España si se continúa por ese camino de demonización del sector”.
Recuperación de la soberanía alimentaria
En la misma línea se manifiesta el secretario general de UPA, Aurelio González, enmarcando estas reivindicaciones en la petición de “precios justos, costes controlados y revisión de la PAC para que vuelva a sus orígenes: garantizar la producción de alimentos para que la población no pase hambre”.
González lamentó que haya sido una guerra como la de Ucrania la que haya hecho “abrir los ojos” ante una situación de la que las opas venían alertando “desde hace mucho tiempo” mientras la UE “hundía” al sector primario con “normas de producción muy verdes mientras permitía traer productos de Sudáfrica, Argentina o Canadá que no cumplían las mismas normas”.
Por ello, y ante el creciente “miedo al desabastecimiento” que se está generando, no solo por la guerra en Ucrania sino por el paro del sector del transporte, González consideró que es el momento de reivindicar “la recuperación de la soberanía alimentaria” con el apoyo a la agricultura y la ganadería, que debe comenzar con “la intervención de los mercados por el Gobierno para poner un precio máximo al coste de la energía” y continuar, de manera más global, con un “respeto a la gente del pueblo, a su cultura, tradición y forma de trabajar”, para dejar de “criminalizar a un sector con declaraciones y normas desde los despachos”.
Intervención del sector energético “sin pudor”
También estuvo entre los manifestantes el coordinador autonómico de COAG en Castilla y León, Lorenzo Rivera, que incidió en las “consecuencias terribles” que está teniendo para el sector la escalada de los costes de la energía desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, al unirse a los “precios imposibles” que ya tenía la producción desde noviembre de 2021 y al parón que ahora sufre el transporte por la huelga del sector, y que afecta directamente a la agricultura y la ganadería.
Por ello, Rivera llamó a la intervención del sector energético “con unanimidad y sin pudor” por parte de los gobiernos europeos ya que “no se puede dejar, en una economía de guerra como en la que estamos, que las grandes empresas eléctricas o petroleras estén haciendo balances multitudinarios mientras la población, y en particular agricultores y ganaderos, no pueden hacer viables las explotaciones”.
También pidió el coordinador de COAG-CyL “una intervención más directa sobre las exportaciones” para recuperar la soberanía alimentaria “perdida” y, a la clase política, “acabar con la criminalización del sector por parte de los lobbys veganos”, dado que el primario es un sector que “debe estar en primera línea, y no en cuarta o quinta como lo tiene este Gobierno”, por ser “imprescindible y necesario” para la alimentación de las personas.
Por todo ello, las tres opas castellanas y leonesas representadas en la manifestación de Madrid de hoy esperan que, con la enorme movilización vivida, se recupere “ese respeto que se nos ha perdido por parte de los urbanitas de despacho” a través de una concentración que, tras partir de la plaza Emperador Carlos V de Madrid, frente al Ministerio de Agricultura, pasadas las 11.00 horas, se encaminó por los paseos del Prado y la Castellana hasta llegar a la Fuente de San Juan de la Cruz, a las puertas del Ministerio para la Transición Ecológica, al que se pide, entre otras circunstancias, la eliminación de la prohibición de la caza del lobo al norte del río Duero.