La Deportiva prolongó ayer su buena racha en El Toralín, consiguiendo su tercera victoria consecutiva en su estadio ante el Guijuelo (1-0). El resultado fue lo único positivo de un partido en el que los blanquiazules dejaron mucho que desear. Menudo adelantaba a la Ponferradina nada más empezar en el partido, y tras unos buenos minutos, los de Manolo Herrero, como ya sucediera ante la Arandina, no mataban el choque y sufrían hasta el último minuto para amarrar los tres puntos.
Con esta victoria, los bercianos logra mantener las distancias con Cultural y Racing, que no fallaron y siguen sin conocer la derrota, pero volvieron a desperdiciar la oportunidad de reconquistar para la causa a una afición que volvió a abroncar a los suyos en la recta final.
Cambio en la portería
Manolo Herrero optó por el relevo en la portería. Olmedo pagó con la suplencia su error en el Hermanos Antuña y en su lugar salía Dinu, que no tuvo mucho trabajo, pero tampoco logró transmitir seguridad.
Por suerte para la Deportiva, antes de que un par de acciones al límite del rumano pusieran a prueba el corazón de la hinchada blanquiazul, Menudo había adelantado a los bercianos con un disparo desde la frontal del área que se colaba pegado al poste derecho de Carlos Morales.
Apenas habían pasado cuatro minutos de partido y los de Manolo Herrero ya estaban por delante en el marcador, pero se ‘desconectaban’ del choque demasiado pronto. Salvo un remate de cabeza a quemarropa de Rayco que se marchaba desviado, la Deportiva se fue diluyendo y no remató a los salmantinos, que fueron perdiendo el miedo escénico con el paso de los minutos.
Tras el paso por vestuarios la Ponferradina recuperó la manija del encuentro, pero no logró materializar su superioridad en ocasiones. Solo un mano a mano de Andy conseguía poner en apuros a Morales. El centrocampista tuvo en sus botas la sentencia, pero el guardameta le ganó la partida. Fue su última aportación antes de tener que retirarse tocado tras un choque fortuito.
A pesar de la ventaja en el marcador, Herrero no reculaba con los cambios. Por el andaluz salía Caiado, lo que suponía centrar a Chavero, perdido en la banda una vez más. Tampoco fue la solución. Al igual que en la primera parte, el Guijuelo se envalentonaba con el paso de los minutos y buscaba, sin mucho acierto, la portería de Dinu. Dos lanzamientos de falta por encima del larguero fueron el pobre bagaje de los visitantes, que cuando tuvieron que construir y no destruir descubrieron todas sus carencias.
También se le vieron las costuras a la Deportiva, una vez más, incapaz de cerrar un partido. Los bercianos estuvieron a punto de dejar escapar otros dos puntos. En la recta final, los de Mateo García, con más fe que fútbol, se estiraban en busca del empate y lo rozaban hasta en tres ocasiones. La primera la tenía Pino, que remataba alto casi en la frontal del área pequeña. Después era Manu Dimas el que ponía a prueba a Dinu, que esta vez sí, respondía con seguridad y ya en el descuento, el palo salvaba a una Ponferradina, que vence, pero no convence.
Reportaje gráfico: Quinito