La consejera de Sanidad, Verónica Casado, rompió hoy a llorar en la Comisión de Sanidad en las Cortes de Castilla y León al recordar a sus cinco “compañeros” sanitarios fallecidos por la pandemia del Covid-19, lo que entrecortó, en varias ocasiones, la última parte de la comparecencia. “Lo siento, de verdad”, apuntó, para después recibir el aplauso de los procuradores asistentes a la comisión.
Después de casi dos horas y media de comparecencia en el Parlamento autonómico, el momento más duro de su intervención llegó al final cuando enumeró los nombres de los cinco profesionales sanitarios fallecidos durante la crisis sanitaria -a los que llamó “compañeros”-, ya que rompió a llorar y tuvo complicaciones para finalizar su intervención, con la voz entrecortada.
También se emocionó el procurador de Por Ávila Pedro Pascual, también médico -emergencias- de profesión y que llegó a las Cortes en esta legislatura. El parlamentario abulense atesora una experiencia de más de 20 años en la Gerencia Regional de Salud (Sacyl).
Desde el inicio de la crisis sanitaria por el Covid-19 han fallecido Isabel Muñoz, médico de familia en el Centro de Salud Rural Fuente de San Esteban (Salamanca); Antonio Gutiérrez, coordinador del Centro de Salud Rural Eras de Renueva en León; Luis Fernando Mateos, médico de familia del Centro de Salud Rural Linares de Riofrío (Salamanca); Marisol Sacristán, celadora en el Hospital General de Segovia; y Yolanda Hernando, auxiliar de clínica del Hospital Fuente Bermeja de Burgos.
Cautela en la desescalada
A lo largo de su comparecencia, la consejera reclamó cautela en la desescalada por el Covid-19 para evitar el colapso del sistema sanitario y la economía. No en vano, alertó de que un posible repunte de casos positivos y un aumento de las hospitalizaciones no sería soportado por la sanidad de Castilla y León, con un incremento de las cifras de fallecidos.
Recordó que la Comunidad ha tenido, en estas diez semanas, 16 “momentos complicados” pero sin llegar a un colapso, gracias a la “planificación” y la “previsión”. Es por ello que subrayó que en el momento actual se debe diseñar la desescalada social pero no para su aplicación porque, a su juicio, un exceso de prisas puede ser “fatídico”. Además, advirtió de que la normalidad no será inmediata. “Me gustaría poder darles mejores noticias pero a día de hoy las certezas son pocas y muchas las dudas. A partir de aquí tenemos un panorama con numerosas incertidumbres”, se dirigió a los miembros de la Comisión de Sanidad de las Cortes.
Durante las cerca de dos horas y media que compareció en el Parlamento autonómico, Casado reiteró que un “exceso de prisas” en esta fase que ahora empieza puede ser “fatídico”. De ahí que destacara que un levantamiento, “de manera precipitada”, de la cuarentena social aumentaría los contagios y sería necesario endurecer, de nuevo, las medidas de confinamiento. “La cautela y establecer unos criterios puramente técnicos, que indiquen la situación epidemiológica concreta que permita iniciar el desconfinamiento, van a ser claves en las próximas semanas”, añadió, en una comparecencia en la que rompió a llorar cuando recordó a los fallecidos, principalmente a los sanitarios.
Hizo suyas las conclusiones del comité de expertos para el asesoramiento frente al coronavirus en Castilla y León, donde hay una unanimidad que desaconseja iniciar la desescalada. No en vano, los especialistas advirtieron que continúan los casos de contagio, se desconocen muchos factores en cuanto a la transmisión del virus a través de los menores, el tipo de inmunidad que deja y el nivel de ocupación de las UCIs en los hospitales.
La consejera reconoció el deseo generalizado de la sociedad para retornar a la situación anterior al confinamiento pero significó la necesidad de ser “muy cautelosos” para “no echar por tierra” el esfuerzo colectivo durante las siete semanas del estado de alarma. “Sé que añoramos nuestra rutina anterior, pero debemos seguir siendo fuertes y pacientes para aguantar esta situación”, declaró. En este sentido, expresó dudas sobre las fechas para volver a pasear, en familia, por las calles; visitar a otros familiares o amigos en sus casas o compartir una comida en un restaurante. Y es que precisó que se desconoce el comportamiento del virus, de si crea inmunidad, de si existirá una vacuna, de si volverá en el otoño.
Ante este panorama, Verónica Casado apuntó que la vuelta a la normalidad en el ámbito sanitario no va ni puede ser inmediata. Fue entonces cuando manifestó la necesidad de diseñar circuitos separados en todos los centros para que los profesionales puedan gestionar, en los próximos meses, la atención separada de los pacientes positivos, ya sea para tratar el Covid en sí mismo u otras afecciones.
También, según recogió la Agencia Ical, destacó el refuerzo de la Atención Primaria, porque será el nivel asistencial sobre la que “pivotará” la actuación de vigilancia, detección y actuación precoz de todos los casos que puedan surgir en adelante. Hasta el momento, el registro de Medora, que monitoriza la enfermedad por nuevo coronavirus, ha contabilizado 39.672 casos activos y 54.038 totales declarados.
En cuanto a recuperar la actividad ordinaria en los hospitales, confesó que tardará aún semanas al recordar que aún hay enfermos críticos en las UCIs extendidas en servicios de reanimación y quirófanos, entre otros. Además, la Consejería mantendrá “listas” instalaciones en toda la Comunidad ante un posible repunte de los casos y fuera necesario atender a un número “importante” de afectados por coronavirus. Citó, por ejemplo, el hospital montado en la Feria de Muestras de Valladolid, la carpa de Aranda de Duero y el Hospital Divino Valles en Burgos.
También habló de las líneas de futuro a abordar en las próximas semanas y meses como investigar en fármacos y vacunas; incidir en la investigación clínica y epidemiológica; reforzar el Proyecto Ulyses para planificar un sistema preparado para enfrentar pandemias y revisar los sistemas sanitario y socio-sanitario.
Sistema “a prueba”
A lo largo de toda su intervención, la consejera quiso dejar claro que la Comunidad ha atravesado una pandemia global que ha puesto “a prueba” el sistema sanitario, en el que fue necesario “adaptarlo al completo” para dar la mejor atención posible en una situación donde la “escasez” de equipos de protección, equipos médicos como respiradores y donde la presión asistencial de pacientes muy complejos han confluido. “Nos hemos visto afectados de una u otra manera y tardaremos tiempo en volver a tener una situación similar a la previa a esta pandemia; y lo más importante, todos juntos hemos sido capaces de plantar cara a este virus”, destacó.
Verónica Casado significó que los objetivos básicos del sistema de salud castellano y leonés se han basado en disminuir la incidencia de nuevos casos, de la prevalencia de la enfermedad, de su letalidad y su mortalidad y de las consecuencias para la salud de la Covid-19. En este sentido, recordó que de las posible tasas de ataque del virus a la población con las que la Consejería de Sanidad ha trabajado -35, 20 y 15 por ciento- y de cada una de ellas, tres escenarios -máximo, medio y mínimo-. “Pronto se alcanzaba la peor previsión: una tasa de ataque del 35 por ciento y el escenario máximo”, alertó. Hasta el punto de que declaró que, de haber seguido con estos niveles, el número de fallecidos por coronavirus hubiera rondado los 5.000.
La consejera de Sanidad explicó que la tasa de hospitalización, al inicio de la pandemia, era superior a esa tasa de ataque máximo del 35 por ciento aunque, a partir de la octava semana, se estabilizó en la zona ataque mínimo (15 por ciento). En lo relativo a los ingresos en UCI, señaló que las primeras semanas registraron una tasa de ataque entre las previsiones del 20 y el 35 por ciento, para, finalmente, situarse en ingresos correspondientes a las previsiones del 15 y el 25 por ciento de ataque. “El sistema sanitario, gracias al gran esfuerzo de reorganización acometido, ha sido capaz de asumir, con la absolutamente necesaria dedicación de sus profesionales, soportar esas altas tasas iniciales de ataque del virus entre la población castellana y leonesa”, significó.
La consejera enumeró algunas de las medidas adoptadas como la evaluación y actualización permanente de estrategias, para ajustar las medidas a la evolución de la situación, los planes de contingencia en todos los niveles de asistencia sanitaria, los circuitos de tomas de muestras, la realización de test, las guías de actuación y los protocolos. “La planificación y la previsión han impedido que nuestro sistema sanitario colapse”, sentenció.
16 momentos “muy complicados”
A su juicio, la anticipación a requerimientos asistenciales de “alta complejidad” y demanda, ha permitido que los centros pudieran contener la oleada de consultas, ingresos y necesidades derivadas del coronavirus. “Hemos tenido 16 momentos muy complicados, pero el sistema sanitario de Castilla y León no se ha visto rebasado por las necesidades sanitarias”, reiteró.
La consejera detalló la cronología de las medidas adoptadas a lo largo de las últimas semanas para combatir la pandemia, con una especial incidencia a finales de marzo y principios del mes de abril. “La pandemia evolucionó muy rápidamente y un par de días suponían un cambio de situación sustancial sobre el que debíamos actuar rápidamente”, señaló. Una vez superado ese pico, se produjo la disminución de la presión asistencial por Covid en los servicios de urgencias y hospitalarios, aunque se mantuvo una presión asistencial “muy importante” en los servicios de Atención Primaria y las unidades de críticos.
Casado habló que, tras llegar a la situación de estabilidad y a la “lenta” disminución de la presión asistencial, ahora toca lograr una reversión y normalización del sistema sanitario así como el estudio de seroprevalencia poblacional puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III que en Castilla y León afectará a 10.140 personas. También, consideró fundamental “dar tiempo” a los profesionales para descansar de la “intensa” actividad que han realizado estos dos meses.
Y es que la consejera aseguró que el país ha tenido que afrontar la mayor pandemia en el último siglo. Una situación que, precisó, ha obligado a reconvertir el modelo asistencial. “Una reconversión que, sin todos y cada uno de los profesionales sanitarios, hubiera sido absolutamente imposible. “o tendré suficientes palabras de agradecimiento para todos ellos”, añadió. Significó que ha sido necesario reorganizar el sistema sanitario para ir adaptándolo a la evolución de la pandemia en todos los ámbitos como recursos disponibles, equipamiento clínico y trabajadores pero también ajustar las estructuras administrativas y desarrollar nuevas dinámicas de trabajo para dar una respuesta “eficaz”, “rápida” y “coordinada” a las incidencias que se han presentado.
En lo relativo a los equipos de protección, la consejera aseguraó que una de las principales preocupaciones de la Junta ha sido que los profesionales dispusieran de “cantidad suficiente”. Hasta el punto que manifestó que han trabajado, “sin descanso mañana, tarde y noche”, para hacer llegar “lo antes posible” suficientes equipos de protección a todos los centros y profesionales, según las necesidades de sus servicios. También, reiteró que han confluido situaciones muy complejas que dificultaron “extraordinariamente” la compra de material.
Casado recordó que el teléfono ciudadano de atención al coronavirus (900 222 000) ha recibido, hasta el pasado viernes, un total de 48.000 llamadas, con picos de 3.000 llamadas a la hora al principio de abril.También Sacyl colgó en la web de Salud Castilla y León un auto test de evaluación sobre la posibilidad de padecer infección por SARS-CoV-2, con más de 365.000 interacciones.
Además, con el fin de mejorar la situación de los pacientes, los hospitales de la Comunidad llevaron a cabo planes de humanización que han posibilitado el acompañamiento de pacientes en situación terminal por alguno de sus familiares; mejorar la orientación personal de los ingresados mediante la disponibilidad de objetos que les fueran familiares; televisiones en abierto; ejercicio físico pasivo a través de fisioterapia; entretenimiento para pacientes en aislamiento; apoyo psicológico y anímico; y solidaridad ciudadana.
Casado también mencionó en su comparecencia en las Cortes el programa de apoyo psicológico para la intervención en la pandemia por coronavirus en Castilla y Leon, dirigido a prestar apoyo tanto a los profesionales de los distintos niveles asistenciales, especialmente a aquellos en primera línea de atención, sometidos a situaciones de alto impacto emocional. Un programa que prestan psicólogos que incluso pueden derivar a otros profesionales para un seguimiento.
Hasta la fecha, enumeró que se han atendido a 514 profesionales de hospitales, 72 de Atención Primaria, 69 de residencias, 412 pacientes hospitalizados, 238 pacientes aislados en domicilio, 641 familiares de pacientes hospitalizados y 125 familiares de pacientes en aislamiento domiciliario.
La consejera de Sanidad se felicitó por la información actualizada que ha facilitado, en todo momento, la Junta de Castilla y León, a través de su Portal de Datos Abiertos, ya sea con la estadística asistencial como epidemiológica.