El verdadero Ancares

El alcalde del Ayuntamiento Valle de Ancares, José Antonio Álvarez, ha defendido el reciente cambio de nombre del municipio de Candín, que ahora se denomina oficialmente Valle de Ancares. “Este pueblo se sigue llamando Candín, pero el municipio ha cambiado de nombre porque era nuestro deber y obligación preservar nuestra identidad y nuestra historia”, explicó el regidor.

Álvarez subrayó que la denominación “Ancares” tiene un profundo arraigo en la comarca y que históricamente solo se refería al Valle de Ancares. “Todo el mundo utiliza el término Ancares, pero este nombre se ha ido extendiendo de manera incorrecta. La gente, sobre todo en Galicia, ha hecho una campaña enorme con este término, y a los vecinos de aquí no les gustaba. Siempre se ha pensado que, aunque quizás hemos llegado tarde, era necesario preservar nuestra identidad e historia, circunscribiendo el término Ancares al municipio“, afirmó.

El alcalde respaldó sus palabras con documentación histórica: “El Archivo de Simancas y el Archivo Diocesano de Astorga demuestran que Ancares siempre fue solo este valle. No hay referencias de Ancares fuera del término municipal de Candín hasta casi 1970“. También criticó el uso del artículo “Los” en expresiones como “Los Ancares”: “Históricamente nunca ha llevado artículo. Esto se introdujo con la creación de la Reserva de la Biosfera, pero es un error garrafal”.

Una identidad territorial única

Para Álvarez, Ancares no es solo un nombre o un topónimo, sino una realidad geográfica y administrativa única. “Hablamos de un valle, pero también de una administración territorial que no se da en ningún otro lugar”, destacó.

El regidor hizo referencia a antiguos proyectos que pretendían desarrollar la zona, como el fallido parador en Pereda de Ancares, que se quedó en promesa tras la muerte de Franco: “Cuando Fraga era ministro, se prometió un parador para aquí en 1975. Sin embargo, con el cambio de régimen, el proyecto se desvió y terminó siendo un albergue en Doiras, Galicia”.

Retos y proyectos de futuro

Uno de los principales desafíos que enfrenta Valle de Ancares es la despoblación. “El futuro de Valle de Ancares no es del todo bueno, por decirlo suavemente. Estamos perdiendo población como la mayoría de las zonas del interior, y la que queda es de edad avanzada”, lamentó Álvarez. Con 11 pueblos que componen el municipio, el mantenimiento de servicios básicos se complica: “Mantener el alumbrado, agua, alcantarillado, y otros servicios propios es cada vez más difícil. Además, hemos perdido la consulta médica, aunque seguimos contando con servicio de enfermería”.

A nivel económico, la zona busca aprovechar sus recursos turísticos, ganaderos y naturales. “Aquí, o vienes a Ancares o no te lo encuentras”, comentó Álvarez, aludiendo a la lejanía de la ciudad más cercana, Ponferrada, a casi una hora de distancia. “El turismo, la ganadería, la apicultura y pequeñas industrias madereras son los sectores que podrían desarrollarse aquí”.

Por otro lado, el alcalde destacó los esfuerzos por recuperar el patrimonio histórico y cultural de la zona, como las pallozas, los hórreos y la antigua herrería de Ancares. “Estamos trabajando en proyectos de la Reserva de la Biosfera, aunque se han retrasado. La promoción del término la estamos haciendo con fondos propios porque no hay líneas de ayuda específicas”, señaló.

Preservar el legado histórico

Álvarez insistió en la importancia del cambio de nombre del municipio para preservar el legado histórico y combatir la apropiación del término Ancares fuera de la provincia de León. “O tomamos este tipo de iniciativas, o dentro de poco parecerá que Ancares es de Lugo y Galicia. Me produce cierta tristeza ver cómo en otras zonas los habitantes permiten que se adopten nombres que no les identifican ni representan su historia”, afirmó.

El alcalde anunció que, tras el cambio de nombre, el municipio comenzará a trabajar en la creación de un escudo y una bandera propios: “Este paso no se había dado hasta ahora porque estaba pospuesto hasta que se hiciera el cambio de nombre. Ahora queremos avanzar en estos símbolos que nos representen”.

Por último, Álvarez expresó su esperanza en que estas iniciativas ayuden a consolidar la identidad del Valle de Ancares y a promover su desarrollo sostenible. “Seguiremos luchando por nuestro territorio, porque Ancares es, y siempre será, nuestra historia y nuestra identidad”, concluye.