Vega de Valcarce diseña su futuro gracias al trabajo desinteresado de un grupo internacional de profesionales

Un pueblo que se autoabastezca de las energías renovables y que base su futuro en la agricultura y la ganadería, desde el respeto al medio ambiente, y el turismo sostenible, y en el que sus habitantes puedan eligir teletrabajar en los más diversos sectores. Este es el objetivo del plan de desarrollo rural que el pasado jueves comenzó en Vega de Valcarce gracias a una iniciativa desinteresada de un grupo de profesionales internacionales de diferentes sectores.

¿Y por qué Vega de Valcarce? Pues por la influencia de Atila, un ciudadano húngaro que hace años realizó el Camino de Santiago y se enamoró del castillo de Sarracín y que, a pesar de no haber podido realizar el proyecto que tenía en mente para la fortaleza (el patrimonio histórico está altamente protegido), sigue siendo a día de hoy el mejor embajador de este municipio.  Él es la persona que ha puesto en contacto al Ayuntamiento con este grupo de profesionales, bajo la coordinación de la analista de política pública madrileña Eugenia Angulo, quien reside desde hace años en Londres.

“Estamos convencidos que es posible convertir Vega de Valcarce un municipio atractivo, sostenible y que genere empleo”, explica Angulo. Para ello, se está contando con el ejemplo de otros lugares, como el de una localidad alemana de Baviera, similar a la berciana, donde se ha ejecutado el proyecto energético propuesto para Vega. “Dentro del nuevo marco legal se quiere crear una comunidad de autoconsumo energético que permita reducir costes e invertir ese ahorro en generar más actividad”, añade esta analista.

La estrategia ya está diseñada pero ahora toca escuchar a los emprendedores y habitantes de la zona, encabezados por su alcadesa, María Luisa González Santín. “Queremos salir adelante, por lo que hemos acogido este proyecto con mucha ilusión y agradecimiento. Y ahora estos expertos han venido a escucharnos porque, al revés que lo que sucede con otras iniciativas, ésta se va a realizar partiendo de nuestras necesidades, adaptándose al territorio y no al revés”, explicaba el pasado jueves la regidora, que recordaba que el principal problema de los pueblos que engloba el Ayuntamiento de Vega es la despoblación y la falta de oportunidades. La sangría poblacional lo ha dejado, según los datos publicados en enero, en 600 habitantes.

Así, el objetivo de la reunión de esta semana, fue sentar las bases para empezar a trabajar, junto a la exposición de la propuesta energética. En próximas sesiones se abordarán el resto de objetivos: mejorar la productividad y la sostenibilidad de la agricultura y ganadería, así como la conectitividad y el uso de las nuevas tecnologías. También se estudiarán las posibles formas de  financiación de todas estas iniciativas porque, si bien no se descarta acudir a convocatorias de ayudas públicas, el objetivo es la sostenibilidad financiera y que estas ayudas no sean imprescindibles para la ejecución del plan.

Los principales destinatarios de este primer taller han sido emprendedores, agentes sociales y autónomos, a los que se considera como la punta de lanza del plan. “Tenemos agua, recursos forestales, el Camino de Santiago… si bien el turismo no está aprovechado y hay que reconvertirlo de manera sostenible. En agricultura y ganadería tenemos la gran suerte de contar con gente joven, a pesar de la población esté envejecida”,  indica González Santín

En el caso del turismo se quiere apostar por la diversificación más allá de la Ruta Jacobea. También por la innovación, pero no solo en este sector, sino en todos los posibles. Se trata, en suma, de desarrollar un nuevo modelo de pueblo, con una economía sostenible y con oportunidades de empleo y desarrollo para sus habitantes, todo ello con la implicación de ellos. La nueva Vega de Valcarce acaba de nacer.