Vallejo Balda intentó vender un falso expediente sanitario del Papa a espías chinos

El execónomo de Astorga, Lucio Ángel Vallejo Balda, intentó vender el expediente sanitario del Papa Francisco, uno de los secretos mejor guardados por la Santa Sede y con mayor valor en el espionaje internacional, a los servicios secretos chinos. Así lo publica el periódico La Repubblica.

Según el rotativo italiano, Vallejo Valda viajó a Dubai acompañado del excoronel Giuseppe De Donno, también juzgado pero por una supuesta negociación entre el Estado italiano y la mafia, para negociar el precio de la información. Aunque esta no fuera la auténtica, y es que el expediente no pertenecía al Papa Francisco, sino a la madre del execónomo de Astorga, como señalan las investigaciones policiales tras encontrar un electrocardiograma y un análisis de sangre de la madre de Vallejo Balda bajo el nombre de Jorge Mario Bergoglio.

Haciéndose eco de esta noticia, eldiario.es señala que estas nuevas informaciones complican todavía más la situación del execónomo de Astorga, ya que impiden el gesto de perdón que quería tener Francisco durante la Semana Santa y en pleno Año de la Misericordia.

“Astorga quedaba muy lejos”

En medio del proceso y a la espera del juicio del caso Vatileaks II, que recientemente fue suspendido hasta el 6 de abril, Francesca Chaouqui ha comenzado a revelar en su cuenta de Facebook su versión de lo ocurrido en la famosa noche de Florencia. Si bien Vallejo Balda ya reconoció que mantuvo relaciones sexuales con la publicista, ella anuncia, como adelanta eldiario.es, que no se reservará nada: “Contaré con todo detalle lo que pasó. Lo que Lucio temía que todo el mundo llegase a saber. Por primera vez traicionaré a un amigo, pero no tengo elección”.

“Estábamos en Florencia con su madre. Ella dormía. Él y yo estábamos sentados a una mesa, a dos metros de distancia del dormitorio… Balda casi lloraba. Me hizo una confesión; algo que me dijo que solo yo sabía. Le escucho. Lloro con él. Entiendo su drama, de hombre y de sacerdote. Pero él es mi amigo. Y los amigos lo son siempre, esconda lo que esconda su pasado. Yo era sincera… Sincera al decirle que no importaba a quién había amado, que no importaba de qué sexo fuera aquella persona y lo que se hubiera derivado de aquellos juegos. Astorga quedaba muy lejos. Ninguno lo sabía en Roma. Y así acabó aquella noche, entre lágrimas y promesas de que siempre seríamos amigos”, relata en su cuenta de Facebook Francesca Chaouqui.