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Los aproximadamente 6.500 niños del Bierzo y Laciana empezarán a recibir la primera dosis de su pauta de vacunación contra la COVID-19 este miércoles, día 15 de diciembre. En esa jornada, se espera que comience en el Hospital El Bierzo la vacunación de los niños de Ponferrada y Cacabelos, en turnos de tardes y franjas horarias. El resto, van a recibir la vacuna en sus centros de Salud de referencia, por lo que no deberán desplazarse al Hospital. Los de Ponferrada y Cacabelos, al estar cerca de Fuentesnuevas, lo harán en el Hospital. A cada franja de edad se le asignará un horario de vacunación, siendo los de 10 y 11 años los primeros.
Se ha decidido no hacer uso del vacunódromo de las piscinas climatizadas al estar siendo usado para vacunar a adultos sin que tengan que esperar y, de organizarse ahí la vacunación de los niños, se generarían colas y habría que reorganizar este lugar. Se espera que antes de las vacaciones se pueda haber inoculado la primera dosis a todos los niños del Bierzo y Laciana.
La Junta de Castilla y León iniciará la vacunación infantil contra el COVID-19 en las nueve provincias desde esta semana, previsiblemente el día 15 de diciembre. De esta forma, los niños de 10 y 11 años serán los primeros en inmunizarse con las 50.000 dosis que la autonomía espera recibir en los próximos días, ya que mañana llega a España el primer millón.
La Junta calcula que recibirá en las próximas jornadas 50.000 viales de Pfizer que permitirán inocular los sueros al menos a los escolares de entre diez y once años, que lógicamente deberán acudir acompañados por sus padres o por sus abuelos, pero con un permiso paterno. A partir de ahí se irá descendiendo por edades.
La Junta, como expresó este jueves el vicepresidente Francisco Igea, pide a los padres que “confíen en la ciencia” y que la decisión ha tardado porque “se estaba esperando los beneficios y los riesgos en otros países”. Asimismo, se empieza a vacunar porque estos sueros “han pasado el filtro y cuentan con la inmensa mayoría de la comunidad científica”.
La vacuna infantil se dispensará en viales diferentes a los utilizados para la población adulta; la fórmula para niños no requiere de disolución y recibirán un tercio de la dosis que se le da a los adultos.
Además, a diferencia de ellos, los dos pinchazos no estarán separadas por 21 días, sino por ocho semanas, de acuerdo a lo que ha pactado la Comisión a propuesta de los expertos de la Ponencia de Vacunas, que estiman que ello contribuye a incrementar la respuesta inmune y a tener vacunados a todos los menores entre cinco y once años en un corto espacio de tiempo con al menos una dosis.