La Comisión de Salud Pública autorizó este martes el uso de la vacuna monodosis de Janssen en la franja de edad entre 50 y 59 años que todavía no han sido inmunizados (solo lo han sido los que pertenecen a algún grupo esencial). A las personas de esta edad se les había puesto en primer lugar AstraZeneca –ahora están a la espera de ver que ocurre con la segunda dosis, cuyo intervalo se ha ampliado a 16 semanas– y después se había establecido para ellas Pfizer y Moderna. El objetivo es acelerar la vacunación en un grupo de población, el del llamado del baby boom, numeroso, que empezará a ser inoculado en breve.
Esta nueva actualización del protocolo vacunal, la séptima, no obstante, deberá ser ratificada por las comunidades en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) de este miércoles.
La vacuna de Janssen fue paralizada temporalmente Estados Unidos tras detectarse ocho casos (entre siete millones de vacunados) de trombos en zonas inusuales como en las venas del cerebro, si bien solo fue uno el que acabó en defunción.
Colectivos vulnerables o difíciles de localizar
Sanidad también prevé administrar Janssen a los colectivos de personas mayores de 18 años en situación de vulnerabilidad o que vivan en situación de difícil localización como son los ‘sin techo’, temporeros, marineros o inmigrantes sin ‘papeles’. Al ser una profilaxis de una sola dosis, resultará mucho más fácil su inmunización, sin necesidad de tener que gastar esfuerzos en buscar a estas personas
En la reunión de la Comisión de Salud Pública se ha decidido también incluir la vacuna de Pfizer para adolescentes, de entre 12 y 15 años edad, con condiciones de “muy alto riesgo”. En este grupo entrarían grandes dependientes y aquellos menores que están en centros tutelados y de educación especial. No obstante, la inmunización de los menores deberá esperar a que a Agencia Europea del Medicamento le dé luz verde a ampliar las edades. Se mantiene la vacunación en embarazadas y mujeres lactantes con las vacunas de Pfizer y Moderna.