Un total de 12 voluntarios de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Ponferrada atenderán en su idioma nativo a los turistas y peregrinos que durante la Semana Santa transiten por las calles de la capital berciana, gracias al convenio de colaboración firmado este miércoles por la concejal de Cultura y Turismo de la ciudad, María Antonia Gancedo, y la directora de la EOI, Concepción Vega. “El proyecto sigue vivo”, destacó Gancedo, que recordó que la iniciativa, que también se desarrolla durante el verano, alcanza así su tercer año, el segundo consecutivo en las fechas de Pascua.
En ese sentido, los alumnos dispondrán de un chaleco identificativo y de una acreditación en donde se recogen los idiomas en los que están capacitados para atender al visitante. Entre los 12 voluntarios cubren los cinco idiomas que se imparten en la EOI: francés, inglés, alemán, portugués y gallego. “Se trata de ofrecer un mayor servicio a peregrinos y turistas, atendiéndolos en su idioma”, recalcó Gancedo.
En la misma línea, el programa también sirve a los alumnos para tener un “contacto directo” con la población nativa de otros idiomas. “Es una posibilidad de practicar los idiomas que estudian de una manera real”, destacó Vega, que consideró que los beneficios del programa para los voluntarios se resumen en la “seguridad” que aporta a los alumnos en el uso del idioma, además de destacar la “vertiente cultural y humana” de la actividad”.
Los voluntarios estarán repartidos en distintos lugares de la ciudad hasta el 8 de abril para ofrecer indicaciones a los visitantes. Entre esos puntos, destacan lugares como el Castillo de los Templarios, el casco antiguo, las estaciones de tren y autobús o la plaza de Lazúrtegui. Además de información sobre la ciudad y su patrimonio, los voluntarios también proveerán al visitante de información de servicio sobre farmacias, hospitales o centros de salud.
Al respecto, los alumnos Jorge Blanco y María Garretas, que participan del programa por primera vez, remarcaron que se trata de una “experiencia enriquecdora” con la que la ciudad “muestra su empatía hacia el visitante”. “Todos nos hemos sentido perdidos en un país que no es el nuestro”, aseguraron.