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V. Silván Un centenar de alumnos de Bachillerato de la provincia de León entraron hoy en contacto con las llamadas “ingenierias verdes” a través de la celebración de la I Olimpiada Agroalimentaria y Agroambiental de Castilla y León, que pretende hacer más atractivas estas titulaciones que, según destacó la subdirectora de la Escuela de Ingeniería Agraria de la Universidad de León (ULE) para Campus de Ponferrada, Flor Álvarez Taboada, tienen “futuro” y un buen nivel de inserción laboral.
“Les hemos destacado a los alumnos el futuro que supone dedicarse a las ingenierías verdes porque mientras la media de paro en España es del 25 por ciento, en este sector es justo la mitad, 12,5 por ciento, y es una parte muy importante del Producto Interior Bruto (PIB)”, indicó Álvarez Taboada, que reconoció que hoy en día “aún son muy desconocidas y por eso mucha gente no se anima a estudiarlas”.
Una situación que se quiere recertir con este concurso, que familiariza a los estudiantes de segundo curso de Bachillarato con estas ingenierías y las opciones que les ofrece la ULE en León y Ponferrada. “Es una iniciativa a nivel nacional y todos los distritos de Castilla y León lo organizan en la jornada de hoy, tenemos a casi 400 alumnos examinándose simultáneamente”, añadió la subdirectora, que apuntó que cada uno de los participante debe elegir entre las especialidades de Biología, Tecnología del Medio Ambiente y Tecnología Industrial.
Así, el primer clasificado en cada una de las modalidades recibirá un premio de 300 euros, mientras que el segundo será premiado con 150 euros. Además de la prueba escrita, durante la I Olimpiada Agroalimentaria y Agroambiental, los alumnos han tenido la oportunidad de conocer la Escuela de Agrarias, visitando las instalaciones y los laboratorios, así como recibir información sobre las diferentes titulaciones que se imparte en esta escuela de la ULE, especialmente la doble titulación de Forestales y Ciencias Ambientales, que arrancará el próximo curso.
“Esperamos que enseñando la escuela y con la organización de esta olimpiada, los alumnos y la sociedad en general conozcan mejor la ingeniería agroalimentaria y forestal, todo a lo que llamamos hoy en día ingenierías verdes”, añadió Álvarez Taboada. Un objetivo que en parte han conseguido y es que entre los alumnos participantes consideran que la experiencia ha sido interesante, aunque ya descartan de antemano optar por estas enseñanzas universitarias.
“Es una actividad muy interesante y está muy bien organizaba”, comentaban algunos alumnos del instituto San Ignacio de Ponferrada, Nerea Meléndez, Laura Castañeiras y Javier García, mientras que otros compañeros del centro de Bembibre, El Señor de Bembibre, de Bembibre, Andrea Vieitez y Samuel Lebrel, reconocían que era “interesante pero no tenemos de momento como objetivo estudiar una de estas ingenierías, no nos llama mucho la atención”.
Otros alumnos lo ven como una “práctica” para las pruebas de selectividad, como explicaba otra alumna de San Ignacio, Sara González, que se ve orientada a la Biología, pero todavía “no lo tengo muy pensado”. Todos los participantes recibieron un diploma tras la realización de la prueba en un acto que, en el caso de Ponferrada, contó con la asistencia del alcalde, Samuel Folgueral, que consideró “muy interesante” una iniciativa destinada a fomentar el conocimiento sobre estas “ingenierías verdes”.
El León participaron un total de 66 alumnos, mientras que en el caso de Ponferrada fuero 40 los estudiantes que realizaron este viernes las pruebas de la I Olimpiada Agroalimentaria y Agroambiental de Castilla y León porcedentes de los institutos San Ignacio, Europa, Gil y Carrasco y Álvaro de Mendaña de la capital berciana y el instituto El Señor de Bembibre, de Bembibre.