La historia de Paula Belenda, una berciana de Fabero, no es la típica historia de los españoles atrapados en un país extranjero durante la pandemia del Covid-19, aunque comience de la misma manera. En enero de 2020 iniciaba un viaje sola por Oriente Medio con solo billete de ida. El objetivo era sencillo: “demostrar que esta parte del mundo no se parece en nada a lo que te imaginas, eliminar ciertos estereotipos y documentar a través de mis redes sociales la hospitalidad y la amabilidad de la gente”, explica. Un viaje haciendo autostop, acampando y conviviendo con familias locales. Seguramente la primera vez que una mujer española realiza un viaje de este tipo en este rincón del mundo.
Después de pasar cinco semanas en Omán, “y cuando llevaba un mes de viaje por libre en Arabia Saudí”, llegó el virus. La noticia de que iban a cerrar el aeropuerto en unas horas le llegó mientras acampaba en el desierto a 100 kilómetros de Riad (la capital). Se fue directamente al aeropuerto, pero cuando llegó no había vuelos a España y solo quedaban asientos libres en Business Class para 3 o 4 destinos.
“Volví a Riad, donde mi anfitrión de Couchsurfing (una aplicación para alojar viajeros) me dejó amablemente quedarme en su casa el tiempo que necesitara. Este es solo un ejemplo de la amabilidad que he encontrado y toda la ayuda que me han proporcionado las diferentes personas que he conocido en el país” explica.
“Para mí, que he vivido y trabajado en 7 países diferentes, buscarme la vida no es algo nuevo. Sin saber cuánto tiempo tendría que estar aquí, decidí intentar buscar trabajo y así fue como envié mi CV en mitad de un colapso mundial”, relata. Y en un par de semanas, y con un visado de patrocinio, empezó a trabajar en el equipo de administración de una empresa relacionada con el sector inmobiliario. Después de valorar su situación, “yo me encontraba bien y mi familia en España estaba bien y se estaban cuidando” -destaca-, decidió quedarse y no irse en el vuelo de repatriación organizado por la embajada.
“Ya han pasado casi 4 meses, he encontrado un buen trabajo, una buena casa y un maravilloso grupo de amigos (de saudíes y expatriados) en Arabia Saudí. He vivido experiencias increíbles, como experimentar por mí misma el mes de Ramadán”, manifiesta.
Cuando reabran los aeropuertos decidirá dónde y cuándo continuar viaje, “quizás por Asia Central”. “Siempre he estado a favor de mostrar también las cosas positivas que ocurren en el mundo, de ahí a que lleve los últimos 6 años viajando y contando mi propia experiencia”, apostilla.