Unión Minera del Norte (Uminsa) mantuvo hoy una reunión con el comité de la Hullera Vasco Leonesa en liquidación (HVL) para -según la compañía de Victorino Alonso- seguir avanzando en la definición del proyecto que, de manera combinada con la compañía Polibest, se pretende desarrollar en el marco del proceso de subasta de unidades productivas de aquella empresa. Uminsa se comprometió a iniciar las gestiones (tanto con la Junta como con la administración concursal) encaminadas a perfilar un plan de cierre ordenado de la mina de interior.
Uminsa afirma que mantiene intacta la oferta de recolocación en sus explotaciones de interior de la plantilla de La Vasco, pero explica -tal y como comentó Victorino Alonso a los miembros del comité- que, dada la situación actual del mercado, muy condicionado en el corto plazo por la decisión de Endesa de no comprar carbón, las incorporaciones no pueden llevarse a cabo por ahora. Sí podría crear empleo en la zona, matiza, mientras se ejecutasen las labores de cierre que pretende llevar a cabo.
Esa previsión de Uminsa sobre el plan de cierre debería contar con el apoyo, tanto de la Junta, como del administrador concursal y además de requerir una modificación del plan liquidador obligaría a los trabajadores que hasta ahora se han quedado fuera del expediente extintivo aplicado a La Vasco a desvincularse totalmente de la compañái y solicitar una bja indemnizada.
Uminsa recuerda en su comunicado la imposibilidad de que tanto Peal (la otra empresa interesada en presentar oferta por el cielo abierto), como la administración concursal puedan recibir fondos del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón que permitan sufragar los costes del plan de cierre de la mina de interior, mientras que la compañía de Alonso sí podría optar a solicitar tales ayudas, “ofreciendo además la Junta un crédito puente para afrontar de manera inmediata los gastos derivados del cierre ordenado”.
Añadió que no existe ya ningún motivo para seguir retrasando la subasta de las unidades productivas de La Vasco, “poniendo en riesgo la operación que generará importantes sinergias al conjunto de las empresas intervinientes, mejorando así su competitividad para lograr la supervivencia de la actividad minera, que en el caso de Uminsa y Polibest aún podría sostener más de 500 empleos directos y unos 2.000 indirectos”.