PREMIOS MUJER 2024

Un Palacio para tocar y sentir

Dentro del proyecto “El Palacio Escondido” puesto en marcha por el Obispado de Astorga y la consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, un grupo de personas con deficiencias visuales visitaron el pasado sábado el Palacio Episcopal de la ciudad. Esta iniciativa piloto permitió a los asistentes disfrutar y sentir la obra de Gaudí a través del tacto.

El pasado sábado 9 de noviembre el Palacio Episcopal de Astorga recibió la visita de un grupo de personas con deficiencias visuales. Esta experiencia piloto, enmarcada dentro del proyecto “El Palacio Escondido” puesto en marcha por el Obispado de la ciudad y la consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, permitió que los asistentes pudieran notar y sentir el Palacio y la genialidad de su creador, Antonio Gaudí.

Un numeroso grupo de invidentes de Asturias pudo disfrutar de las explicaciones de la guía tocando el frío zinc de los ángeles del jardín, destinados por Gaudí para rematar las cubiertas del palacio, y la rugosidad del granito con el que fue construido el edificio. Ya en el interior, pudieron oír su historia a través del audiovisual y tocar una maqueta que les permitió percibir las formas arquitectónicas y reconocer su distribución.

Los visitantes bajaron también al sótano para percibir las sensaciones de este espacio y tocar sus columnas de piedra apenas trabajada, para subir más tarde a la planta noble. Apreciaron las sensaciones que, en contraste con el sótano, fueron concebidas por Gaudí como una ascensión física y espiritual, materializada en salas con decoración más noble, más amplias y altas y con la mejor orientación según sus usos. Pudieron “ver” con sus manos la diferencia entre la cerámica vidriada de las salas principales y la sin vidriar de las zonas privadas, percibir el calor de los ventanales del comedor y el recogimiento de la capilla.

Excepcionalmente además, se puso a su disposición la posibilidad de rozar y sentir con sus manos el arte de algunas piezas del museo para reconocer la maestría de sus autores. Para todo ello se ha contado con la colaboración de la ONCE de León que proporcionó documentos traducidos al Braille de la guía del palacio.