El candidato socialista Luis Tudanca ofreció este lunes un proyecto de Comunidad para darle un gobierno “decente”, “ilusión” y “esperanza” a Castilla y León, ante la “necesidad imperiosa” de cambio en una tierra que a su juicio no merece a este ejecutivo. “No hacer nada no es una opción. Resignarse no es posible. Rendirse no lo contemplo”, afirmó al pedir la confianza de la cámara con “nada más que la verdad” y el “amor” por su tierra.
Tudanca, que presentó su alternativa “decente” en el debate de la moción de censura contra la Junta, se mostró convencido de que la “verdad”, un “arma poderosa”, y el cambio llegarán porque aseguró que hay otra Castilla y León posible, “que acabe con la resignación, con la corrupción y con la mentira”. “Una Castilla y León repleta de posibilidades y de futuro, la que la gente votó. La que hoy queremos recuperar y devolverle a la gente. Esa es la Castilla y León que nos jugamos”, afirmó.
En su intervención de unos 40 minutos, interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los socialistas, Tudanca ofreció un proyecto “de todos para toda la gente de esta tierra”, trabajo y responsabilidad, porque aseguró Castilla y León necesita “un rumbo, un horizonte”, así como “ilusión”. “No dejaré un solo día de pensar nada más que en el interés general”, se comprometió.
De esta forma, Luis Tudanca planteó un gobierno que crea en la gente y que pelee con ganas por su presente y su futuro, que “nunca da la batalla por perdida”, que haga oír la voz de la España vaciada y que haga frente al reto demográfico. “Un gobierno que aproveche el talento de los jóvenes para que no tengan que volver a marcharse”, dijo.
“Cada minuto, cada día, cada mes que pasa, es tiempo perdido, y no nos lo podemos permitir”, dijo Tudanca que ofreció a la cámara un programa de gobierno desde la “humildad” y la “decencia y el respeto a la palabra dada”, así como el cumplimiento del Pacto por la reconstrucción de Castilla y León. “Lo primero que me comprometo a hacer es a cumplirlo. Hasta la última letra, por el bien de los castellanos y los leoneses, de la confianza en la palabra dada, para tener un proyecto común para nuestra tierra”, añadió.
Mucho por hacer
La alternativa de Luis Tudanca planteó una serie de medidas para llevarlas a cabo “todos juntos”, desde los consensos recuperados, “desde el valor de la palabra dada, desde la ética intachable, desde el compromiso con Castilla y León”. El socialista insistió en que hay que recuperar la limpieza de las instituciones y la moderación. “Porque no vale todo”, agregó.
Así, enumeró las prioridades como son recuperar los consensos históricos en Castilla y León, atender la lucha contra la pandemia como prioridad absoluta y recuperar las políticas de ayudas a las familias, a los trabajadores y a las empresas. También se marcó como deber la recuperación del diálogo social. “Creo firmemente en el debate, en la pluralidad de ideas y opiniones. Y en la capacidad de llegar a acuerdos buscando lo que nos une”, dijo. Además, destacó la importancia de las inversiones de los fondos europeos para la reconstrucción, porque recordó esta tierra ha dejado pasar “muchos trenes”.
Además, Tudanca citó otros ejes de su plan de gobierno, como son la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, la transición justa, la digitalización, la innovación, la igualdad, el desarrollo rural y el fortalecimiento de los servicios públicos. A eso, añadió la lucha contra la despoblación, porque indicó que ya son demasiadas las generaciones que han visto marcharse a sus hijos e hijas por falta de oportunidades. “Mi compromiso es que esta generación sea la primera, después de demasiado tiempo, que se pone en pie y levanta el futuro de Castilla y León”, remachó.
Corrupción
El candidato socialista dedicó una parte de su discurso a repasar la “historia” de las tres décadas del PP en Castilla y León, que aseguró ha manchado el nombre de un hombre “honrado” como Demetrio Madrid. “Usando la corrupción llegaron”, dijo y “construyeron su máquina de poder”. “Es aquí y es ahora”, dijo cuando es necesario dar un cambio a la Comunidad, tras recordar las diferentes tramas, las primarias del PP de Castilla y León, la investigación de decenas de cargos públicos por la trama eólica y la ‘Kitchen’ e Ignacio Cosidó.
“La corrupción merece un castigo ejemplar”, dijo Tudanca quien marcó diferencias con el PP y su partido. “No competimos con las armas”, afirmó porque aseguró el PP “mercadea y compra y vende voluntades”. “No quiero hacer política así, no somos iguales, ni queremos serlo”, añadió.
“Me resisto a pensar que la corrupción, al final, se salga con la suya. Me resisto a pensar que la soberbia y la amenaza triunfen. No puedo aceptar que el destino de los castellanos y los leoneses siga en manos de aquellos que no tienen más horizonte que el suyo”, sentenció.
Además, se dirigió a Ciudadanos, porque añadió “hicieron lo peor”, como es “traicionar la confianza y la voluntad de la gente”. “Se traicionaron a ustedes mismos, hoy tienen la última oportunidad, ser fieles quisieron ser y prometieron a los castellanos y los leoneses”, dijo. Además, apeló a la responsabilidad y al deber con los castellanos y leoneses. “A ellos me debo y solo a ellos”, dijo y añadió: “Ya les compraron entonces”.
Balance
El socialista hizo un repaso de lo que va de legislatura del gobierno de coalición de PP y Cs, que en su opinión comienza con la huelga de empleados públicos por la jornada de 35 horas, los primeros “ataques” al diálogo social, la reforma unilateral del Estatuto de Autonomía, la amenaza de cambiar la mayoría de la Ley de Ordenación del Territorio y el “mazazo” del Plan Aliste, el “cierre de la sanidad” de los pueblos. “Ya lo habían roto casi todo cuando llegó la pandemia”, dijo.
Con la crisis sanitaria, destacó que los socialistas pudieron eludir su responsabilidad y haber usado la pandemia para atacar al Gobierno de la Junta, pero sin embargo remarcó que ofrecieron su lealtad, el ánimo e incluso el “cariño”. “Nunca aceptaron una propuesta”, dijo, pero sin embargo alcanzaron un Pacto por la Recuperación, que demostró que “otra forma de hacer política es posible”. Sin embargo, añadió que como respuesta generaron una crisis de gobierno, con la dimisión del consejero de Empleo e Industria, y el reparto de cargos para mantener la “paz” en Ciudadanos y el ejecutivo autonómico.
“Ola tras ola”, recordó Tudanca, Castilla y León fue la comunidad más afectada, sin que hubiera “ni un ápice de compasión y autocrítica” por parte de unos dirigentes “enfrentados con todo y con todos”. En la tercera, continuó, cuando las cosas se pusieron “feas”, los socialistas estuvieron a la altura y acudieron a la llamada de la Junta. “Colmaron el vaso”, dijo porque informaron de unas medidas y aprobaron otras y en una deriva “incompresible” hacia el “populismo”, criticó, que llamaran a la rebelión contra el Gobierno.
Finalmente, Luis Tudanca añadió que el adelanto del toque de queda y las resoluciones del Tribunal Supremo fue “la última gota que colmó el vaso de su deriva radical, de la incompetencia de un gobierno que había roto en tiempo récord todos los consensos básicos de esta Comunidad, que había olvidado ya el objetivo de luchar contra el virus y estaba haciendo la peor de las políticas utilizando las instituciones de todos, que se había enfrentado con todo y con todos”.