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¿Tu empresa está obligada a realizar una auditoría interna?

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Uno de los pilares fundamentales para el éxito de una empresa es que sea transparente y muestre una buena imagen a sus clientes que les genera la confianza necesaria para seguir confiando en sus servicios o productos. Y, entre las diferentes opciones disponibles, la auditoría interna para empresas es la mejor herramienta para mostrar una imagen transparente que garantice que la empresa cuente con la legalidad.

De hecho, la auditoría es clave en la gestión empresarial de cualquier empresa, ensalzándose como un instrumento cuyo principal objetivo es comprobar que una empresa cumple con su control interno, tratando de identificar posibles errores que se puedan cometer en la gestión, así como posibles oportunidades de mejora a través de la optimización de procesos organizativos.

La realidad es que las empresas pueden realizar una auditoría de manera voluntaria, con la intención de aumentar su transparencia de cara al público y de mejorar sus procesos internos.

Pero, hay casos en los que la realización de una auditoría es obligatoria y, de no hacerla, podría ser fuertemente sancionada. Por ello, a continuación, te vamos a contar en qué situaciones una empresa debe someterse a una auditoría interna con la intención de que puedas saber si tu empresa tener que realizarla, y así evitar posibles sanciones.

¿Qué empresas tienen que realizar una auditoría de manera obligatoria?

Tal y como establece la Ley de Sociedades de Capital en el artículo 257 del Real Decreto Legislativo 1/2010 de 2 de julio, existen ciertos requisitos que obligan a una empresa a realizar una auditoría en caso de que los cumpla, que son los siguientes. Destacar que estos requisitos deben cumplirse durante dos años seguidos:

– Tener una cifra de negocios total que supere la cantidad de 5.700.000 euros.

– Un total de activos superior a 2.850.000 euros.

– Contar con una plantilla compuesta por más de 50 trabajadores.

Si tu empresa cumple con alguno de estos requisitos y debes afrontar una auditoría, es fundamental contratar los servicios de una empresa de auditoría especializada como Legalnet, que cuenta con una elevada experiencia ofreciendo servicios de auditoría contable, financiera y de cuentas anuales a todo tipo de empresas, con el objetivo de ayudarles a mejorar y a crecer, aportando un valor añadido muy importante y reduciendo los posibles riesgos.

Y, aunque no cumplas estos requisitos, la realidad es que realizar una auditoría de forma voluntaria es altamente recomendable, ya que auditarte voluntariamente te permitirá mostrar una mayor transparencia y profesionalidad no solo ante tus clientes, sino también ante posibles colaboradores, inversores, medios de comunicación, etc. Será una importante ventaja competitiva muy a tener en cuenta.

Principales razones por las que deberías hacer una auditoría en tu empresa, aunque no estés obligado

Independientemente de que no estés obligado, someterte a una auditoría te aportará los siguientes beneficios a tu empresa:

– Garantizar que cumple con la legislación vigente en cada momento.

– Te dará información que te permitirá proponer acciones de mejora.

– Te permitirá conocer la situación de la empresa con total veracidad, tanto de un ámbito concreto como general.

– Aumentar la eficacia y eficiencia del funcionamiento de tu empresa.

– Garantizar el cumplimiento del Plan General de Contabilidad.

– Aumentar la transparencia y generar confianza ante posibles inversores, clientes o proveedores.

– Identificar posibles fallos, actuaciones fraudulentas o retos a superar con antelación.

Eso sí, como hemos comentado, en caso de realizar una auditoría en tu empresa, debes recurrir a una empresa que cuente con profesionales especializados y con la formación necesaria para supervisar todo el ámbito de la auditoría con total garantía.

Pero, realmente, ¿qué es una auditoría para empresas?

Las auditorías para empresas básicamente se centran en hacer un examen sobre un área concreta o sobre una empresa en su totalidad, con la principal intención de poder conocer las distintas particularidades de la organización con la máxima precisión, así como para garantizar su solvencia en todo momento.

Una de las funciones de la auditoría es analizar y detectar posibles fallos de funcionamiento de un departamento o área específica de la empresa, lo que permitirá identificar acciones de mejora para resolver esos fallos.

Para entenderlo de una forma más sencilla, una auditoría podríamos decir que es como hacer una radiografía de la empresa, en la que podemos ver todo su interior y detectar posibles lesiones, para posteriormente, recuperarlas.

Y, aunque podríamos decir que hay un modelo estándar, lo cierto es que existen diferentes tipos de auditoría para empresas en función del tipo de empresa y del objetivo que se pretenda conseguir a través de la auditoría.

Hay que diferenciar entre la auditoría interna y externa; la primera se hace en el interior de la empresa a través de auditores pertenecientes a la misma empresa, mientras que la segunda la hace una empresa externa que muestra una visión más objetiva.

Y, entre los diferentes tipos, la auditoría de cuentas o financiera es probablemente la más popular, siendo un instrumento destinado a garantizar la legalidad de las cuentas de una empresa.