Todas las calles de Ponferrada presentan problemas de accesibilidad

El alcalde de Ponferrada, Samuel Folgueral, la concejala de Bienestar Social, Isabel Baílez, y el presidente de la Asociación AMBI, José Antonio Fierro, han presentado este miércoles la primera fase del Plan de Accesibilidad de Ponferrada, encargado por el Ayuntamiento a través de un convenio con la Fundación ONCE y el Imserso.

En esta primera parte se han analizado pormenorizadamente las barreras urbanísticas, arquitectónicas, de comunicación y de transporte que existen en el centro urbano y casco antiguo, en el barrio del Temple, en Toral de Merayo y en cuatro edificios públicos aplicando la normativa actual de accesibilidad y el resultado ha quedado plasmado en cuatro tomos que recogen que todas las calles de Ponferrada tienen problemas. En algunas, como señalaba José Antonio Fierro, son problemas con fácil solución como cambiar una papelera o un banco, pero en otras zonas se requieren actuaciones de más envergadura.

Para el alcalde, la mayor barrera que hay que eliminar es la de la insensibilidad. “Hay una barrera que no existe en la legislación, que es la más importante, la insensibilidad, y es la primordial que la sociedad tiene que luchar por eliminar, puesto que una vez eliminada, las otras cuatro son mucho más fáciles de poder llegar a afrontarlas. La barrera de la insensibilidad se elimina a través de la concienciación, de la sensibilización de la sociedad”, señalaba el regidor ponferradino.

Además de las dificultades de las calles, en el plan se recogen fotografías que muestran estos problemas pero también una propuesta de mejora para adaptarlos a la normativa, así como un presupuesto de lo que costaría corregir esas deficiencias con el objetivo de “ponerlas en marcha de tal manera que le sirva al Ayuntamiento como guía”, aseguraba José Antonio Fierro.

En cuanto a los edificios públicos, se han analizado el Castillo de los Templarios, el Ayuntamiento, el Museo del Bierzo y el Teatro Bergidum. En este sentido, según señaló el alcalde, en las edificaciones patrimoniales “hay que atinar muy bien con las soluciones”, por lo que el Castillo sería uno de los puntos complicados de accesibilidad, ya que es una fortaleza defensiva y se concibió como tal. Por otro lado, en el Ayuntamiento, con un elevador se podría solucionar el acceso al salón de Plenos y al registro municipal.

Alguna de estas actuaciones se podrían contemplar en los presupuestos de 2014, aunque el alcalde no ha especificado cuales. Lo que sí ha asegurado que toda la actualización y mantenimiento del municipio se realizará acorde a la normativa de accesibilidad.

Pero además, AMBI ha planteado al Ayuntamiento de Ponferrada otra serie de cuestiones ya que consideran necesario invertir en accesibilidad, como por ejemplo, la creación de un Observatorio de Accesibilidad, que ya se está iniciando, y que funcionará como órgano consultivo para poder actuar en pequeñas obras en puntos negros, canalizando las soluciones a través del Observatorio. Desde la Asociación también se han ofrecido como testeadores de las obras que se hagan para ver si cumplen con los requisitos. Y por último, han solicitado la creación de una aplicación para dispositivos móviles que muestren las plazas de aparcamientos para discapacitados disponibles en la ciudad y que serviría “para que la Policía pueda comprobar  si la plaza la ocupa un vehículo con tarjeta identificativa”, señalaba José Antonio Fierro.