La Térmica Cultural ha inaugurado un belén franciscano realizado por el escultor José Espinós en 1945. Esta obra de hierro forjado, perteneciente a la colección del Museo Nacional de Artes Decorativas, se exhibirá durante todas las navidades en este espacio cultural dedicado al patrimonio industrial y minero.
Concepción Fernández, directora del área de Museos de la Fundación Ciudad de la Energía, destacó la singularidad del belén, que conecta con la temática industrial de La Térmica Cultural. “Es un belén particular, hecho con hierro forjado, que enlaza perfectamente con nuestro espacio y su legado industrial. La obra es contemporánea a la antigua central térmica, inaugurada en 1949”, señaló Fernández. Además, el montaje del belén incluye elementos de carbón, uno de los ejes temáticos del espacio.
Por su parte, Sofía Rodríguez, directora del Museo Nacional de Artes Decorativas, explicó el origen de los belenes franciscanos. La tradición se remonta a 1223, cuando San Francisco de Asís pidió recrear el humilde nacimiento de Jesús en una pequeña localidad italiana. “Se colocó un pajar, una mula, un buey y algo de paja, sin lujos, resaltando la sencillez de la escena. Este gesto inspiró a los pastores locales y se convirtió en una tradición”, indicó Rodríguez.
Rodríguez también destacó la sencillez y el simbolismo del belén de José Espinós, en contraste con el arte religioso triunfante y ostentoso de su época. “El autor emplea el hierro, un metal difícil de trabajar y con una apariencia humilde, lo que refleja perfectamente el espíritu franciscano, siempre vinculado a la austeridad y la ayuda a los pobres”, explicó.
Sobre el autor, Rodríguez detalló que José Espinós fue un escultor poco conocido, activo principalmente en los años 40 del siglo XX. “Su estilo es muy sintético, sin adornos ni colores, con volúmenes rotundos y reducidos a la mínima expresión. Además de belenes, realizó figuras de ángeles y otras obras religiosas con una visión muy particular”, concluyó.