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Techo de gasto histórico en Castilla y León: 11.000 millones de euros

La Junta apunta a niveles de paro del 13,9 por ciento y a una recuperación de los niveles económicos previos a la pandemia en 2022
Igea, Casado y Carriedo tras el consejo de Gobieno. / Ical

La pandemia de covid-19 supondrá un esfuerzo sin precedentes para las arcas públicas de la comunidad autónoma de Castilla y León. El gobierno de la Junta, que preside Alfonso Fernández Mañueco, llevó a cabo este jueves un consejo de Gobierno donde, entre otras medidas, se aprobó un nuevo techo de gasto. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, acompañada del vicepresidente Igea y del consejero de economía, Fernández Carriedo, comparecieron en rueda de prensa a su fin para dar cuenta de las decisiones tomadas.

La Junta acordó este jueves un límite de gasto no financiero para el año 2021, de 10.980,3 millones de euros, el ”mayor volumen” registrado en la historia de la comunidad, al incorporar, según explicó el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, las partidas para afrontar la pandemia de la COVID. Una cifra que supondrá un aumento del 14,7 por ciento respecto a los niveles de 2018, el último presupuesto aprobado por la Comunidad.

Carriedo compareció tras el Consejo de Gobierno de las Junta, en el que acordó el techo de gasto para las cuentas de 2021, y el cuadro macroeconómico, que prevé un crecimiento para el año que viene del 7,5 por ciento, después de un desplome este ejercicio del PIB del 10,1 por ciento. El consejero asumió que el avance de la comunidad, “será claramente insuficiente” para compensar la caída de este año, por lo que “hasta 2022” no se recuperarán los niveles de producción de 2019. Constató que Castilla y León sufrirá este ejercicio “el mayor impacto de una recesión, que jamás habíamos registrado antes en la autonomía, que supone perder uno de cada diez euros de producción. Aseveró que aunque no sirva de consuelo, ese impacto será menor que para la media nacional.

Carlos Fernández Carriedo aseveró que la tasas de paro se situará en el 13,9 por ciento, solo una décima menos que la prevista para este año. Asimismo, los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecerán un 2,8 por ciento, frente a la caída del seis por ciento en 2020. “No podremos hablar a corto plazo de recuperar los niveles de empleo de 2019”, asumió.

Asimismo, precisó que el déficit público se situará en el 1,1 por ciento, frente al 0,2 por ciento de este año, una apuesta por el endeudamiento “coherente con la necesidad de la comunidad para afrontar determinados gastos”.

El consejero destacó que remitirán estas cifras a las Cortes para su debate parlamentario, unas cuentas que presentó ayer a los diferentes portavoces de los grupos parlamentario el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

Carriedo repasó las fuentes de ingresos y expuso que llegarán 6.758,85 millones de modelo de financiación, con un aumento del 4,3 por ciento respecto al dato de 2018, aunque suponen, denunció, 170 millones de euros menos que las partidas recibidas ese año.

Fernández Carriedo indicó también que los fondos de la UE, subieran un 0,8 por ciento, hasta los 1.205 millones, sin presupuestar el importe de fondos nueva generación, que se irán conociendo e incorporando sus proyectos.

Asimismo, las transferencias crecerán un 15,6 por ciento, hasta 734,64 millones de euros; y otros ingresos, menguarán un 4,5 por ciento, con 984,7millones, ante una caía del siete por ciento de la recaudación de los tributos propios respecto a 2018.

Así, los ingresos no financieros sumarán 10.317,82 millones de euros, a los que se sumarán 633,78 millones del 1,1 por ciento de déficit. Además, los ajustes de contabilidad nacional supondrán 28,69 millones. La cifra global de límite gasto de las tres fuentes sumará 10.980,3 millones.

Por último, Carriedo expuso que la deuda de Castilla y León, se situaran en 2021, en el 24 por ciento, “muy por debajo de la media”.