Esta lluvia de estrellas es visible durante toda la semana, ya que los días anteriores y posteriores también es posible divisarlas aunque sea con menor intensidad
Las populares lágrimas de San Lorenzo o estrellas fugaces de las Perseidas no son estrellas. En realidad, son las partículas de polvo que deja atrás el cometa Swift-Tuttle y que cada verano contactan con la atmósfera terrestre creando a su paso una luminosa lluvia de meteoros.