El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de León (Stele) se ha mostrado sorprendido por la ausencia de nuevas medidas para los centros educativos en el Real Decreto que regula el actual estado de alarma que rige en España y espera que sea la Junta de Castilla y León la que dé un paso adelante en este sentido, si bien se muestra “escéptico” al respecto.
La preocupación del sindicato se basa en el informe de la situación de los brotes de COVID-19 emitido el pasado 23 de octubre por el Ministerio de Sanidad, en el que se señala que los brotes en centros educativos suponen el 13,4 por ciento del total y el 12,9 por ciento de los casos, “observándose un aumento respecto a semanas previas”. A juicio de Stele, este aumento irá a más en las próximas semanas si no se toman nuevas medidas de contención del virus.
Además, denuncian que en los protocolos se está poniendo la economía por encima de la sanidad, de modo que “para no descuadrar las cuentas, piden a la comunidad educativa que se retracte de su propuesta inicial de no hacer grupos de más de 15 personas” e “inventan algún término como ‘grupo estable de convivencia’ para transmitir seguridad”. También señalan el cambio en el critero de distancia interpersonal en las aulas, que pasó de 2 metros a 1,5; la redefinición de qué es un contacto estrecho para hacer menos PCR y la obligación de que sean los propios centros los que se encarguen de los rastreos en caso de aparecer algún contagio.
Por todo ello, desde Stele exigen “que no se obvien los preocupantes datos al alza de contagios y brotes en los centros educativos y se revisen protocolos, dando más peso científico a la prevención y menos injerencia política en la ejecución”.