Sólo un 7,2 por ciento de la población de Castilla y León habría superado el coronavirus y tendría anticuerpos, según la primera fase del Estudio Nacional Sero-Epidemiológico, que se puso en marcha el 27 de abril y que permitirá elaborar un mapa de la incidencia de la enfermedad en España.
Así lo avanzó este jueves en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que precisó que alrededor de un cinco por ciento de la población española habría pasado esta patología, aunque existe gran variabilidad en función de las territorios, y que compareció junto al ministro de Ciencia, Pedro Duque, para explicar la primera oleada del estudio de seroprevalencia desarrollado por el Centro Nacional de Epidemiología, el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto, en Castilla y León se estima que las provincias de Soria y Segovia, las más atacadas por el COVID-19, el 14,2 y el 12,6 por ciento de su población habría sido infectada, muy por encima de provincias como Burgos, donde la población presenta el menor índice de anticuerpos, con un 5,3 por ciento.
Tras Soria y Segovia se encontrarían Salamanca, con un 7,9 por ciento, y León, con un siete por ciento, seguidas por Ávila, 6,9 por ciento, Palencia, 6,4, y Valladolid, 6 por ciento. La provincia con menor número de contagios sería Burgos, con un 5,3 por ciento de su población infectada, ligeramente por debajo de Zamora, con 5,9 por ciento.
En esta primera oleada han participado 6.949 personas de Castilla y León, de las 10.140 que habían sido seleccionadas para el estudio. La muestra diseñada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) incluye a un total de 705 personas en Soria; 665 personas en Ávila, 740 en Palencia, 539 en Segovia y 664 en Zamora; además de 883 en Burgos; 807 en Salamanca; 884 en León, y 1.082 en Valladolid.
A nivel nacional, han sido alrededor de 36.000 hogares, 60.000 ciudadanos, 2.600 profesionales sanitarios, 1.416 centros de salud y 28 laboratorios, y se trata de uno de los mayores estudios de seroprevalencia realizados en Occidente por su “rigor metodológico”, según la directora del Instituto Carlos III, Raquel Yotti.
Los resultados han confirmado las sospechas de los expertos, según dijo la directora del Centro Nacional de Epidemiología, Marina Pollán. “La prevalencia que pensábamos que podíamos encontrar era de un cinco por ciento y, curiosamente, los resultados nacionales apoyan esa estimación”, declaró en rueda de prensa junto a los ministros.
Madrid y las provincias colindantes de Castilla y León y Castilla-La Mancha como Segovia, Guadalajara o Toledo son los lugares donde la población ha desarrollado mayor inmunidad al tener más anticuerpos. En estas zonas, en torno al diez por ciento de la población habría desarrollado anticuerpos frente al COVID-19 y, por consiguiente, habrían pasado la enfermedad.
Metodología
La encuesta censal es aleatoria y la unidad de estudio adoptada son los hogares, ya que se estima que es la fórmula más eficiente de incorporar participantes de todas las edades, acorde, además con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El análisis por grupo familiar permite monitorizar la trasmisión comunitaria, identificando los hogares que están libres de enfermedad en un primer momento y su evolución en el tiempo; y también facilita, posteriormente, desarrollar subestudios específicos de posible transmisión intra hogar.
El INE ha seleccionado hogares de tamaño medio y se planteó una muestra estratificada en dos etapas, que garantice la representatividad a nivel provincial, autonómico y nacional: un primer nivel de estratificación, referido a las 50 provincias españolas y las dos ciudades autónomas; y el segundo, referido al tamaño de los municipios dentro de cada provincia, agrupados en municipios de menos de 5.000 habitantes, de 5.000 a 20.000, de 20.000 a 100.000 y mayores de 100.000 habitantes.
En cuanto a la información sanitaria se establecieron dos vías establecidas: por un lado, una encuesta epidemiológica, que recoja información necesaria en el grupo familiar para conocer la existencia de un diagnóstico previo de COVID-19, la presencia o antecedentes de síntomas compatibles con esta enfermedad y los principales factores de riesgo conocidos.
Como segunda intervención se desarrollan determinaciones microbiológicas a los participantes, usando para ello dos test rápidos: el de detección de anticuerpos y el de medición de anticuerpos en suero.