Un grupo de socios de Bierzo Renovable, la asociación creada en 2021 para impulsar y ayudar a la creación de cooperativas energéticas en la comarca, han denunciado la “deriva comercial” de la misma y su intención de abandonarla debido a las imposiciones de la presidenta y su marido, según señalan en un comunicado enviado a los medios de comunicación.
En el mismo, afirman que un año después de ponerse en funcionamiento la asociación “los conflictos empezaron a surgir cuando la presidenta y el autonombrado portavoz, su marido, empezaron a decidir gastos y controlar las cuentas. Pero, sobre todo, están obligando a las empresas que hacen instalaciones a los socios o a través de la asociación a pagar un porcentaje de sus ingresos por cada instalación, presentándolo como donación voluntaria a la asociación”, todo ello contra la voluntad de una parte de los socios.
No obstante, el “conflicto definitivo” se produjo el pasado 28 de enero, cuando se convocó una reunión extraordinaria a la que sólo acudieron 12 de los 140 socios y “sin ningún tipo de control, pues no estaban ni el secretario ni el tesorero, tomaron decisiones muy graves y no se sabe ni siquiera si esos 12 eran socios o no”. Entre esas decisiones está la expulsión del tesorero, que a su vez denuncia que la presidenta y su marido “habían abierto una nueva cuenta, en otro banco, a espaldas de los socios”.
Al pedir explicaciones sobre estas actuaciones en los grupos de WhatsApp y Telegram de Bierzo Renovable, “han expulsado de los grupos a socios y ahora tratan de expulsar de la asociación a quienes no admiten sus imposiciones”, explica el miembro fundador Enrique Díez, , “lo cual es el mismo procedimiento que utilizaron para expulsar al representante de la Cooperativa Energética cuando les resultaron molestas sus intervenciones”.
Ante esta situación, varios miembros de la asociación ya han comunicado su intención de darse de baja, al entender que “la deriva comercial y de negocio que han impulsado la presidenta y su marido es incompatible con los principios y la idea inicial con la que surgió, sobre todo si se pretende utilizar para constituir una empresa OTC (Oficina de Transformación Comunitaria)”. Otros socios, aseguran, han decidido emprender acciones legales, aunque dejando la puerta abierta a continuar adelante “si se repiensa lo que está pasando, se dialoga y se recupera el espíritu inicial, voluntario y democrático, de la asociación”.