Sinfonía de langostinos sobre cama de gulas

A la hora de escribir estas letras, servidor de ustedes tiene un pie puesto fuera pues la necesidad de tomar un respiro impera ante tanta agitación existencial. En román paladino: una semana de descanso.  En España, tras el último debate sobre el Estado de la Nación, una fórmula parlamentaria creada en tiempos del Felipismo,  que es el último de la actual legislatura, el líder de la honorable oposición salió con Gürtel, Bárcenas y demás, y que le respondiera el presidente del Gobierno con Andalucía, ERES y millones sustraídos de su fin inicial, la verdad, deja la imagen de la llamada alta política un tanto por los suelos. El “tú más” ya no vende, ni cuela. Hoy la ciudadanía anda comprando otros mensajes.

Y si en Castilla y León Tudanca hace de meritorio a ser el que quite la mayoría absoluta crónica al PP, Herrera busca todo lo contrario, esto es, seguir renovando la confianza electoral que los dos millones y medio, no que ya somos menos, de ciudadanos le dan. Tudanca por cierto no estuvo fino con la crisis de su partido en Astorga. Un sábado visita el Museo del Chocolate con la alcaldesa escenificando su apoyo y el lunes siguiente se hace el orejas depositando la responsabilidad en la Provincial.

Y en el Bierzo tenemos un fru-frú de idas y venidas de candidatos, de los que vienen y se van, o de los que nunca estuvieron o hicieron por estar. Exclusivas aparte, por mucho que las quieran minimizar, aquí dijimos el nombre de la candidata del PP en Ponferrada, de la patadita en las posaderas al actual alcalde de Camponaraya que creyó ser el rey de su casa sin haber hecho méritos para ello por imposición divina. Sus compañeros y su gestión lo han depositado en la realidad. Nunca entendimos a este hombre. Un día amaba y otro odiaba sin venir a cuento ni explicación. ¿Intoxicación? ¿Desdoblamiento de la personalidad? Todo un misterio para Iker Jiménez.

El profesionalismo en materia de comunicación en esta bella tierra roza el cielo. A un alcalde de un pequeño pueblo del alto Sil lo atosigan con acusaciones y citas judiciales, la mayor parte de ellas por asuntos acaecidos en tiempos de gobierno de los que ahora acusan y denuncian. Una locura. Y algunos medios, a falta de pan, abriendo con espacios y tiempos como si de grandes y gravísimos temas se tratasen. Leña al mono, digo al alcalde, y si es del PP o del PSOE, mejor. Hay que aupar a los nuevos fenómenos sociales y políticos: Podemos y Ciudadanos. Son las marcas en alza en todo el Estado.

Como de jungla se puede calificar la carrera por la primera entrevista, la primera foto, la primera intervención de tal o cual. Así no es de extrañar que la gente acabe harta de política. Ya no se distingue una noticia de la información de salón. Leyendo y escuchando, al no haber habido tiempo para conformar listas ni programas las respuestas de las candidatas están plagadas de tópicos y hasta eufemismos. Alguna mente pensante no se da cuenta de que una cosa es estar en campaña, y otra muy distinta vivir en permanente campaña. El efecto rebote se va a producir sin duda. Cansar por hartazgo. Lo dijimos aquí con la larguísima puesta en escena de la candidatura de Ángela Marqués. Mostrando las carencias y virtudes antes de tiempo. Al final, los sesudos pseudocomunicadores nos venderán hasta cuando hacen la tortillita para la cena con pantunflas y bata. Allá ellos y ellas. A nosotros nadie nos marcará los tiempos ni entraremos en la carrera a ninguna parte. Ni entraremos en los trucos de maquinitas para aumentar audiencias. En toda clase hay un alumno fanfarrón y copión. Frente a informar primero e informar diciendo algo, apostamos por lo segundo. Cuando estén todos los “nominados” participaremos en este “Gran Hermano”.  Y como dice mi buena amiga Sonia: “ladran Sancho, pues cabalgamos”.

Y para terminar, recuerdo en un estupendo hotel de lujo canario decidimos darnos un capricho y acudir a una cena que nos dejó a todo el grupo con los bolsillos tiritando. A un servidor de ustedes se le ocurre pedir un plato que rezaba en la carta: “sinfonía de langostinos sobre cama de gulas”.  Al final, era un montón de hojas de lechuga blanca, encima un puñadito de gulas fritas presidida por un solitario gambón. Eso sí, en todo lo alto del majestuoso plato de porcelana con sobreplato de alpaca. Aviso para los vendedores y sus candidatos.