Según SATSE, para cumplir con las recomendaciones internacionales, Castilla y León debería contar con 4.037 enfermeras adicionales para alcanzar la media de la OCDE (9,04 enfermeras por cada 1.000 habitantes) y 3.845 para llegar a la media de la OMS (8,96). El sindicato insiste en que debe establecerse un número máximo de pacientes por enfermera, ya que de no ser así, el riesgo de complicaciones y mortalidad en los usuarios aumenta considerablemente.
El déficit estructural de enfermeras en SACYL ha perdurado a lo largo de los años, lo que ha afectado tanto a la salud de los profesionales, que enfrentan cargas de trabajo excesivas, como a la calidad de la atención a los pacientes. Aunque la ratio de enfermeras en la Comunidad ha aumentado a 7,35 por cada 1.000 habitantes, SATSE aclara que esto se debe en parte a la disminución de la población en la región, más que a un incremento real en las plantillas.
La ratio ideal de pacientes por enfermera es de ocho, pero actualmente muchos hospitales están atendiendo entre 15 y más de 20 pacientes por profesional. Esta sobrecarga incrementa los riesgos para los pacientes, como lo demuestran múltiples estudios que correlacionan un número insuficiente de enfermeras con una mayor tasa de mortalidad.
SATSE ha liderado una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para establecer por ley un número máximo de pacientes por enfermera, lo que contribuiría a mejorar la seguridad del paciente y las condiciones de trabajo de los profesionales. El sindicato urgió a la aprobación de la Ley de Seguridad del Paciente y a garantizar una dotación suficiente de personal para reducir el estrés, la ansiedad y el agotamiento (burnout) entre las enfermeras.
El sindicato enfatizó la necesidad de medidas concretas para garantizar una atención sanitaria segura y de calidad, tanto para los pacientes como para los profesionales que los cuidan.