La mujer de 35 años que el pasado 31 de mayo mató a su hija en Sant Joan Despí, en Barcelona, ha declarado ante el juez, reconociendo el asesinato de la niña, de cuatro años, Yaiza, a la que afirma que ahogó con una bolsa de plástico. La mujer está en el hospital recuperándose de su intento de suicidio con unas pastillas que cogió del centro médico donde trabajaba, la Clínica Plató.
El magistrado de Instrucción 7 de Sant Feliu de Llobregat ha ordenado prisión provisional, comunicada y sin fianza, tal como había pedido la fiscalía y la acusación particular.
La madre explicó al magistrado que llevaba dos o tres meses con la idea en la cabeza de asesinato y de su posterior suicidio y que la motivación está relacionada con el padre, del que estaba separada hacía tiempo. Justo el día del asesinato de la niña la menor debía ser entregada por la madre al padre, con quien tenía la custodia compartida.
Después de ahogar a la niña, la madre llamó a la escuela para decir que Yaiza estaba enferma, y también a su centro de trabajo, con la misma excusa. A continuación sacó el perro a pasear y después se tomó las pastillas.