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Un total de 47 personas se han visto afectado por un posible brote de gastroenteritis en la Residencia Mixta de Mayores de Flores del Sil, en Ponferrada, del cuál aún se desconocen las causas, según informó a Ical el director del centro, Óscar García. De momento ocho personas se encuentran hospitalizadas y una persona de 95 años con patología previa grave falleció a lo largo de esta semana, según informó la Junta, aunque desde la dirección de la residencia aclararon que “no existe relación directa entre el aumento de casos y esa circunstancia”.
En este sentido, García matizó que los 47 afectados están recibiendo una dieta astringente. “Es el tratamiento que se da para estos casos”, explicó el director, que resaltó que los grados de afectación de estas personas son muy diferentes. “La mayoría de los pacientes no reviste gravedad y no hay indicaciones médicas de reposo”, aseguró García, que destacó el hecho de que “ninguna persona está aislada en el centro”.
El Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar de León ha activado el protocolo de investigación epidemiológica en este centro aunque García recordó que “este tipo de sintomatología es habitual en una residencia”. El director del centro reconoció que durante esta semana se registró “un pico mayor de lo normal”, lo cual obligó a activar el protocolo. Esto implica la realización de coprocultivos tanto de los afectados como del personal que trabaja en la residencia y que elabora y sirve la comida. Asimismo, se están procesando los análisis de las muestras testigo de los alimentos consumidos.
Al respecto, García destacó que “Sanidad está trabajando en labores de muestra, inspección y control oficial” y recordó que la residencia ha facilitado a la administración las muestras testigo de los alimentos que se suministran a los pacientes. “Tenemos controles sobre la alimentación y el agua que se ajustan a la normativa”, defendió el director de la residencia, que se mostró abierto a “tomar nuevas medidas si los resultados de los análisis así lo indican”.
Respecto a las causas del brote, García prefirió mantenerse prudente y se limitó a señalar que “lo único que sabemos es que no sabemos el origen”. “Hacer conjeturas sobre las causas no es de recibo”, aseguró el director del centro. La posible existencia de un brote de toxiinfección fue comunicada en el día de ayer desde la propia residencia de mayores al Servicio Territorial de León, después de que se sucedieran los casos. De los 194 internos y diez personas que acuden al centro de día de la residencia, hay 47 afectados, ocho de los cuales permanecen hospitalizados. Además, una persona de 95 años con patología previa grave ha fallecido.
Normalidad a las puertas de la residencia
Tras el anuncio del posible brote, la normalidad es la tónica en las instalaciones de la residencia, donde los internos paseaban esta tarde sin que aparentemente ocurriera nada destacable. “No he detectado ningún tipo de alarma, aunque en algún momento puede haber habido nerviosismo y la preocupación lógica de las familias”, explicó en este sentido el director del centro, que destacó el papel del servicio de enfermería como “contacto de primera mano con los familiares”.
La misma normalidad la expresó en declaraciones a Ical José Fernández, cuyo padre está ingresado en la residencia. “He visto a la gente de las habitaciones cercanas y estaban todos igual que siempre, no hay motivos para el alarmismo”, destacó Fernández, que admitió, no obstante, que “si hay un brote en una planta, es preocupante”. “He escuchado que se originó en la segunda planta y que ahora la más afectada es la tercera”, añadió Fernández, que resaltó que “la comida es muy buena aquí, mi padre ha engordado desde que está en esta residencia”.