El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó este sábado que la llamada fase de desescalada, una vez que se pueda caminar por ella, será “asimétrica y lenta” y en función de los parámetros –denominados marcadores- que fijen los técnicos y que no tiene por qué cumplir con delimitaciones institucionales.
“No tiene por qué ser una comunidad autónoma ni siquiera tiene por qué ser una provincia”, apuntó en rueda de prensa desde el Palacio de la Moncloa el presidente del Gobierno.
Sánchez apuntó que la desescalada, cuando se produzca a partir del mes de mayo, puede ser “muy distinta” a los límites que conocemos “institucionalmente”, pero que aún hay que “trabajar” en esas medidas desde el punto de vista técnico.
“Si antes era mucho más importante la unidad”, dijo en la rueda de prensa, “ahora vamos a entrar en una fase mucho más compleja que va a exigir de esa unidad por parte de todos”, remachó tanto a los agentes públicos como a los ciudadanos.
No obstante, Sánchez advirtió de que “las decisiones de desescalada no serán definitivas” y que la única “presión” que las determinará será la de “los expertos que digan qué cosas graduamos y transitamos”. Si vemos que hay retrocesos en algún territorio, revisaremos esas decisiones y reaccionaremos”, “no sólo en términos negativos sino también positivos”, apuntó.
Osea “segun un comite de expertos”
¿Primero las zonas mayoritariamente socialistas?