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S.Calleja Sacyl comenzará a prescribir el nuevo medicamento contra la hepatitis C, Sovaldi, una vez que las autonomías, las sociedades científicas y el Ministerio del ramo cierren la estrategia que recoge los tratamientos recomendados según tipo de paciente, teniendo en cuenta que el fármaco no está indicado ni para todos los enfermos, ni para todas las fases. “Se trata de un tratamiento cuya aplicación debe individualizarse en función de las características del paciente. El genotipo de la enfermedad -hay seis-, el nivel de cirrosis, otras enfermedades asociadas y determinados poliformismos condicionan el tratamiento y los resultados”, precisaron a Ical fuentes de la Consejería de Sanidad.
Este estrategia terapéutica, cuya aplicación se ultima, servirá para que instituciones y profesionales sanitarios dispongan de un documento guía basado en los datos clínicos disponibles para decidir qué pacientes son susceptibles de recibir el medicamento, que desde hoy, 1 de noviembre, entra a formar parte del Nomenclátor, la cartera de medicamentos financiados.
Aunque el Ministerio de Sanidad ha fijado un techo de gasto de 125 millones de euros en un año para financiar este tratamiento, desde la Consejería no se atrevieron a dar cifras, ya que todo dependerá de las personas que puedan beneficiarse que no son todas, insistieron. Se estima que el coste de la triterapia que se está ofreciendo actualmente puede rondar entre los 20.000 y los 30.000 euros por paciente y tratamiento implantado. En el año 2013, cuando ya se estaba aplicando una triterapia -hay tres fármacos de ‘nueva generación’ financiados por el sistema-, la Consejería destinó más de 4,5 millones para administrar los nuevos fármacos, cantidad a la que hay que sumar el tratamiento asociado que se sitúa entre los 3.000 y los 5.000.
Los casos aumentan
En estos momentos, se estima que en Castilla y León entre el uno y el tres por ciento de la población es portadora o sufre hepatitis C, teniendo en cuenta que es una enfermedad crónica, que está larvada y puede pasar inadvertida durante años. De los 152 casos de hepatitis registrados por el Sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDOS) en la Comunidad el año pasado, 76 se correspondieron con casos de hepatitis C, lo que supuso una incidencia de 3,02 casos por 100.000 habitantes.
Fue el grupo mayoritario, teniendo en cuenta que del tipo A se contabilizaron 17 casos (0,67 por 100.000 habitantes) y del tipo B, 54, con una tasa de 2,14 casos por 100.000 habitantes. Si se comparan los últimos datos a año cerrado, entre 2012 y 2013 se registró un repunte, pese a la tendencia a la baja desde el año 2008, fecha en la que la incidencia de nuevos casos superó los cuatro por cada 100.000.
Esta situación es común a la del conjunto nacional. Si bien, lo preocupantes es que en los próximos diez años se espera un pico de más de 150.000 diagnósticos espontáneos de hepatitis C muy graves en España, según denunciaron esta semana desde la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth) y la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe).
Eficacia clínica
El principio activo de este medicamento es sofosbuvir, una sustancia antiviral autorizada por la Agencia Europea del Medicamento, que hasta la fecha sólo se financiaba en Luxemburgo, Bélgica y Suiza, países a los que podrían sumarse otros de la Unión Europea como acaba hacer España.
Los datos actuales sobre la eficacia clínica de Sovaldi son limitados. El medicamento produce la supresión de la carga viral, y la mantiene varios meses, pero esta respuesta varía mucho en función del estadío y del genotipo de la enfermedad, por lo que no se puede afirmar que se obtengan beneficios indiscutibles en los pacientes más graves -por ejemplo, pacientes con hígado trasplantado que se han reinfectado-, si bien Sovaldi se viene utilizando desde hace varios meses en estos pacientes al carecer de otra alternativa terapéutica, según fuentes del Ministerio de Sanidad.
Este medicamento se sumará a los fármacos que se vienen utilizando en pacientes para los que se consideran una alternativa terapéutica eficaz, tales como ribavirina, interferón, boceprevir, telaprevir y simeprevir.