Las consecuencias de la guerra de Ucrania, principalmente la escasez de algunas materias primas, y los costes de la energía están haciéndose notar con fuerza en la industria electrointensiva. El grupo Acerinox, propietario de la factoría Roldán de Santo Tomás de las Ollas, ha tomado una primera decisión que afecta tan solo a la planta de Acerinox Europa, ubicada en Los Barrios (Cádiz) donde se ha paralizado la producción y se negocia un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) “que se aplicaría según las necesidades”.
El detonante de la decisión ha sido el “insostenible” coste de la energía, con el precio de la electricidad a 600 euros/Mwh en España, más de diez veces la tarifa de hace un año. Otro tanto sucede con el gas natural, disparado por el riesgo de que el corte de suministro de Rusia deje desabastecidos a los países del norte de Europa. Con el actual sistema de fijación de precios de la energía eléctrica, el coste del gas condiciona el de la electricidad.
Esta situación afecta doblemente a Acerinox, como gran consumidor de electricidad y gas. La compañía considera que los precios de la energía eléctrica son “insostenibles” para la industria electrointensiva y, como prueba de ello, esgrime el hecho de que “casi todas las acerías españolas están paradas o pensando en parar”, como también sucede en el resto del sector metalúrgico y en el químico, entre otros. La única medida que de momento afecta a Roldán es la paralización de nuevas compras de materias primas con níquel, de ventas de stock, de aceptación de ofertas fuera de plazo y de nuevas cotizaciones.
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