Tras cinco ejercicios con pérdidas, Roldán, filial del grupo Acerinox, consiguió el pasado 2017 volver a los números verdes, con un resultado de explotación positivo de 7,5 millones de euros. La sociedad, con fábricas en Ponferrada e Igualada, aumentó su producción por encima del 8%.
La facturación de Roldán alcanzó el pasado año los 277 millones de euros, muy por encima de los 209 millones del 2016. Es el mejor de los cinco últimos ejercicios económicos para la empresa. El resultado de explotación de 2016 había supuesto unas pérdidas de 3,6 millones de euros.
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