La revuelta de los irmandiños vuelve a atacar el Castillo de Ponferrada

La asociación Caballeros de Ulver llevó a cabo este sábado una nueva edición de la recreación histórica del episodio de la revuelta de los irmandiños que tuvo lugar en el Castillo de Ponferrada en el siglo XV. Con la colaboración de otras asociaciones recreacionistas de toda España, los irmandiños volvieron a atacar la fortaleza reviviendo el episodio que tuvo lugar durante la guerra civil desatada a la muerte del rey Juan II de Castilla entre los aspirantes a sucederle en el trono.

La Revuelta Irmandiña

La Revuelta Irmandiña, que tuvo lugar en Galicia entre 1467 y 1469, fue uno de los movimientos sociales más importantes de la península en la Edad Media. Surgió como una reacción de las clases populares y algunos sectores de la baja nobleza contra los abusos y excesos de los señores feudales, especialmente en las tierras del Reino de Galicia. Los irmandiños, organizados en hermandades o irmandades, desafiaron el poder de los nobles y dirigieron su ira contra las fortalezas, símbolos de opresión feudal. En esta revuelta se llegaron a destruir más de 130 castillos, propiedad de los señores que habían impuesto tributos abusivos y ejercido violencia sobre los campesinos.

El Castillo de Ponferrada, una de las fortalezas más imponentes de la región, tuvo un papel relevante durante este conflicto. Aunque perteneciente al marquesado de Villafranca del Bierzo, el castillo no fue directamente arrasado por los irmandiños, como otros en Galicia. Sin embargo, su presencia en el Bierzo lo convertía en un símbolo del poder feudal que los rebeldes intentaban debilitar. En ese contexto, Ponferrada se encontraba en una posición estratégica, tanto por su proximidad a las rutas comerciales hacia Galicia como por su fortificación, que intimidaba a los rebeldes. La fortaleza también sirvió como refugio para algunos nobles que huían del avance de los irmandiños.