PREMIOS MUJER 2024

La Red Estatal del Castaño se muestra pesimista ante la evolución de la campaña

Las asociaciones convocan al Ministerio de Agricultura para evaluar posibles contingencias
Soto de castañas en Barjas
Soto de castañas en Barjas. / QUINITO

Las organizaciones que integran la Red Estatal del Castaño se mostraron pesimistas ante la evolución de la campaña en España. Así, durante el verano y pese a que las condiciones preveían una posible recuperación de la producción, observaron la presencia en las masas de castaño de un cóctel de patógenos.

Entre ellos, explicaron, se encuentra la Gnomoniopsis smithogilvyi, hongo que provoca que las castañas se pudran, impidiendo su uso como alimento. Este pasaría al fruto, consiguiendo una pérdida de producción de castaña y disminuyendo la cantidad del producto comercializado.

Esta afección, unida a la prolongada sequía de algunas áreas, se une así a una falta de control total de la avispilla del castaño. Por ello, atisbaron una campaña “pésima” para el sector, estimando así pérdidas para las decenas de miles de castañicultores en el panorama nacional, “que llevan sufriendo pérdidas superiores al 60 por ciento varios años tras la irrupción de la avispilla en las áreas productoras hace ya hace ocho años”, señalaron.

Debido al aumento de la preocupación, desde las organizaciones sectoriales solicitaron un encuentro “urgente” con los Ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica y el Reto Demográfico para disponer “acciones que permitan minimizar el impacto de las pérdidas en las explotaciones de nuestros productores y en la industria asociada”. Además, matizaron que desde cada organización regional actuarán de la misma manera con las administraciones autonómicas competentes en materia de producción y comercialización agrícola y forestal.

Desde la Red Estatal del Castaño explicaron que el bosque de castaño es uno de los hábitats que está declarado de interés comunitario dentro de la directiva hábitat de la Unión Europea, y, por ello, “la pérdida que supone la propagación de plagas y enfermedades puede decirse que es una de las catástrofes ambientales y económicas ligadas al medio natural más importante de los últimos tiempos”.

Así, desde las organizaciones que componen la red hicieron especial hincapié en la avispilla y en las enfermedades asociadas al hábitat, que suponen una “afección importante, no solo para el castaño sino para el resto de especies presentes en el sistema ecológico, causando desplazamientos y desequilibrios para el resto de especies presentes”. Este factor podría llegar a causar la pérdida y desaparición del castaño en el ámbito biogeográfico mediterráneo, donde el castaño está ya afectado por otras enfermedades y plagas muy graves, como la avispilla, el chancro y la tinta.

El castaño, que actualmente ocupa una superficie superior a las 300.000 hectáreas en nuestro país, es una de las especies cuyo aprovechamiento más recursos genera en las áreas donde está presente. Por tanto, la prolongación de estas afecciones podría llegar a representar unas pérdidas añadidas a la economía del medio rural, según explicaron desde la Red, superiores a los 600 millones de ellos.

Desde la organización recordaron que “la responsabilidad en la conservación de los castañares ibéricos no solo es de los productores de castaña y de los propietarios forestales, sino también, es responsabilidad de las administraciones públicas, como hábitat de interés comunitario y por los beneficios que para la sociedad en su conjunto generan”.