Ramón reconoce que, a pesar de la fatiga pandémica, “en general se están siguiendo las medidas”

El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, desveló que tras la última reunión del Comité de Desescalada, que tuvo lugar este jueves, se llegó a la conclusión de que las medidas adicionales decretadas por el Ayuntamiento contra la expansión de la COVID-19 en el municipio el pasado 15 de enero se podrán levantar cuando la incidencia acumulada a 14 días se sitúe por debajo de los 500 casos y la incidencia a siete días sea menor de 200. “No estamos demasiado lejos en la incidencia a siete días”, aseguró el regidor, “pero todavía estamos un poco lejos a 14 días (el miércoles se situaba por encima de los 800 casos). Cuando se den esas circunstancias procederemos a la apertura”.

En esa reunión, los expertos trasladaron a Ramón una evolución “muy positiva” en los últimos días en lo referente a la incidencia a siete y 14 días, aunque “sigue siendo una situación muy difícil a nivel hospitalario y, más concretamente, a nivel UCI”. El alcalde recordó que hay 25 camas ocupadas y sólo tres plazas libres: “De momento no serían necesarios traslados a otros hospitales, pero no es descartable porque la situación sigue siendo complicada”. En planta, con alrededor de cien pacientes, “es un porcentaje alto, pero se soporta la tensión”.

Otro problema que transmitió el regidor es que “no tenemos los quirófanos disponibles para la actividad quirúrgica ordinaria, sólo para intervenciones de urgencia. Eso es un daño colateral muy importante, pero también es verdad que estamos en una situación absoluta de emergencia en la que hay que adoptar soluciones de emergencia”.

Comportamiento ciudadano

En cuanto al comportamiento de la ciudadanía a la hora de acatar las normas anticovid, Olegario Ramón reconoció que “la fatiga pandémica se tiene que notar, porque llevamos demasiado tiempo, pero sí que hay conciencia, aunque siempre hay algunos descerebrados como en aquella fiesta en Toral de Merayo. En general sí se están siguiendo las medidas de seguridad, pero todavía hay que insistir en la necesidad de su cumplimiento estricto, porque de no hacerlo podemos llegar a donde hemos estado a punto de llegar: al colapso absoluto del sistema hospitalario, del que por primera vez hemos estado muy cerca”.