Radioterapia en el Bierzo: Ni olvido, ni perdón

Hace más de una década, el PP concurría a las elecciones autonómicas con la promesa  de implantar radioterapia en el Área de Salud del Bierzo. El PP ganó esas elecciones, Herrera consiguió la presidencia, eligió a su gabinete y comenzaron a gobernar.

Sin embargo, ningún paso se daba para poner en marcha el ansiado servicio. Pronto la presión política y social situó al gobierno autonómico en la necesidad de buscar alguna justificación. El argumento elegido en primera instancia fue que no había ratio suficiente de pacientes en la zona que justificara la implantación de radioterapia. ¡Uy! ¡Qué sorpresón! Entonces ¿Qué pasó? ¿Qué de repente desaparecieron los enfermos oncológicos? ¿O será que sus promesas electorales eran cosas que sonaban bien pero nunca tuvieron la intención de llevar a la práctica?

Y fueron pasando los años mientras los pacientes sumaban kilómetros, la sociedad continuaba con sus demandas y la Junta, si las protestas alcanzaban un punto preocupante, se despachaba con promesas que nunca tenían  respaldo presupuestario

A la sarta de engaños acumulados durante años, incorporamos ahora que la culpa es de la Administración Pública porque sus procedimientos son lentos y complejos. Así pretenden escurrir su responsabilidad ante sus decisiones.

Pero resulta que sabemos lo que pasa más allá del Manzanal, y sabemos que en Ávila, por ejemplo, ya se han hecho las licitaciones pertinentes para que a principios del próximo año esté en funcionamiento la unidad satélite. Así que si aquí no se ha hecho, es única y exclusivamente porque la Junta no ha querido.

Por cierto, que esa unidad satélite, seguirá obligando a decenas de pacientes a desplazarse fuera del Bierzo. Es decir, que nos están prometiendo unas migajas que no saciarán nuestras necesidades y que llegarán demasiado tarde porque además de Ávila y El Bierzo hay otras tres Áreas de Salud sin radioterapia y no creo arriesgar demasiado si digo que Mañueco empezará la implantación del servicio por las capitales de provincia.

El Presidente pretende ahora agarrarse al flotador que le tira la iniciativa privada anunciando la implantación de una unidad de radioterapia en una clínica ponferradina,  pero la deuda contraída es lo suficientemente grande como para dejarle meridianamente claro al máximo responsable del gobierno autonómico que con este tema se acabaron los enredos y que no habrá ni olvido ni perdón.