El contraste de temperaturas de los últimos días en el Bierzo ha provocado la vuelta de las heladas y, con ellas, el riesgo para los cultivos que comienzan a florecer en la comarca. Es el caso, entre otros, de los frutales, que en años anteriores ya han visto una merma de su producción debido a las bajas temperaturas nocturnas, por lo que esta primavera los agricultores bercianos han decidido probar un remedio que ya se estaba usando en otras zonas de España.
Así, en zonas de frutales como Carracedelo y alrededores, se han comenzado a llevar a cabo quemas controladas de pacas de paja por las noches para aumentar la temperatura en la plantación, lo que junto al humo producido por el fuego ayuda a paliar los efectos de las heladas.
En declaraciones al blog AF2Toral, uno de los agricultores que emplea este procedimiento recuerda que su efectividad se reduce en caso de heladas fuertes: “Por muchas pacas que quemamos y provocamos humos, podemos subir la temperatura como mucho dos grados. Pero en mis parcelas la media de frío una noche fue de 3 grados bajo cero durante cinco horas. Eso a la pera, en el estado en el que está ahora, le afecta muchísimo y es un año más”.
Sistemas antiheladas
El problema para estos agricultores es que los sistemas antiheladas están pensados para grandes extensiones de cultivo que no se encuentran en el Bierzo, una zona principalmente minifundista y en la que la inversión en estas torres no sería rentable para los productores.