En el Parador de Turismo de Villafranca del Bierzo se llevó a cabo ayer una protesta organizada por la CGT en respuesta al despido de un trabajador, que se considera una represalia por su actividad sindical. Compañeros del afectado, vecinos de la localidad y miembros del sindicato se unieron a la concentración, que se repetirá con otras acciones si la dirección de Paradores no da marcha atrás en su decisión.
El despido tuvo lugar justo antes de las festividades, y según el sindicato, se debió a que el trabajador estaba realizando labores sindicales, informando a sus compañeros sobre la situación laboral para decidir, en una asamblea convocada por la empresa, si era necesario abrir el parador durante las fiestas de Navidad.
Como en años anteriores, el parador de Villafranca organizó en octubre una asamblea con sus empleados para decidir “colectivamente” si prestarían servicio durante los festivos de diciembre y enero, proporcionándoles información sobre el volumen de trabajo habitual para evaluar la rentabilidad de la apertura.
Uno de los empleados, el que ahora ha sido despedido, propuso crear una tabla comparativa con los datos de ocupación y facturación para presentarla en esa reunión, con el objetivo de fundamentar la decisión. Sin embargo, esta acción no fue bien recibida por la empresa, que un mes y medio después convocó al trabajador a una reunión con los responsables de relaciones laborales.
La CGT sostiene que esta situación indica que la dirección de Paradores no tolera ninguna disidencia. El sindicato denuncia que esto constituye un atropello y una violación de los derechos de este y de todos los empleados, utilizando el miedo para silenciar a quienes se atrevan a opinar.