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CANDIDATAS PREMIOS MUJER BIERZO 2022

Sandra Suárez: manteniendo la esencia de El Bayo para una nueva generación

Esta hostelera saca adelante su familia y su negocio, un hostal-restaurante conocido en toda la comarca donde la cercanía al cliente lo ha convertido en el segundo hogar de muchísimos bercianos
Sandra Suárez, administradora del restaurante El Bayo en Cubillos del Sil. / QUINITO

Todo el mundo sabe lo que significa que el aparcamiento de un restaurante esté lleno de camiones y todo el mundo en el Bierzo sabe dónde está el Hostal Restaurante El Bayo. Y sus clientes, que son muchos, y variados, saben quién es Sandra Suárez Martínez, pues el trato familiar y cercano es una de las marcas de este establecimiento.

Hace más de una década que se hizo cargo del negocio familiar, tras el fallecimiento de su madre y la jubilación de su padre. Él sigue acercándose por allí, a ver si le dejan echar una mano. Ella, que era de Santalla, sigue presente, porque a Sandra lo que más le gusta en el mundo, después de viajar, es “dar a conocer el Bierzo”, y así es como ambienta su restaurante: con el cariño a la comarca, a Santalla y a la ermita de la Virgen del Carmen. Dice admirar a los que “siempre tienen el Bierzo en la boca”, gente que está orgullosa de ser de la zona y menciona a José Luis Prada o Luis del Olmo; recuerda a Mónica Domínguez, con quien coincidió en La Inmaculada, o señala a Quinito. Como ella, todos ellos ponen el Bierzo bien alto siempre que cabe la posibilidad.

Su familia vivió en Cubillos, aunque ella estudiaba en Ponferrada; y con su marido, al que conoció en el restaurante, acabó encontrando una casa en esta localidad, que dice que no era su primera opción pero les gustó mucho porque “es un pueblo muy tranquilo”.

Sandra Suárez, administradora del restaurante El Bayo en Cubillos del Sil. / QUINITO

 

Administradora jefa única de uno de los restaurantes con más reclamo del Bierzo y Laciana, junto al nervio que las une, Sandra dice que admira “lo que han montado mis padres”, que es lo que ha vivido toda la vida y a lo que da continuidad para alegría de sus cientos de comensales.

Al frente del hostal-restaurante, se ha visto en la tesitura de ir teniendo que “modernizar algunas cosas”. Pero sus padres siempre tuvieron ese trato familiar con los clientes y ella se ha volcado en que esto siga siendo así. “No es un restaurante donde no se vayan a acordar de ti”, explica. Y eso se nota y demuestra en su público fiel: trabajadores del polígono, gente que sube y baja de Villablino, los que vuelven de Ponferrada del mercado o, los fines de semana, familias de toda la comarca.

Antes de que cerrara la térmica, había, dice, cinco establecimientos (hostal-restaurante) como el suyo en Cubillos, mientras que ahora quedan solo tres. El polígono es el principal origen del quehacer de cada jornada, con su menú del día, aunque algunas de las empresas más grandes tienen servicio de comedor propio. Recuerda que en alguna ocasión se les ofreció hacerse cargo de ese servicio de cáterin pero que no estaban en condiciones de hacerlo.

Mira al futuro de este espacio industrial y piensa que “hay mucha gente” pero que tiene cabida para un poco más, espera. A parte de los cafés y cervezas de la salida, señala con sorna, también le vienen a veces esos de cáterin en la oficina algún día “porque deben de tener pescado” y prefieren, entonces, bajar a su restaurante a comer.

A mayores de esto, están los eventos. Bodas, dice que pocas porque “no deja de ser un restaurante pequeño” pero acoge habitualmente bautizos, comuniones y reuniones de asociaciones vecinales de distintos pueblos a la redonda.

Sandra Suárez, administradora del restaurante El Bayo en Cubillos del Sil. / QUINITO

 

Una empresa con mayoría de mujeres

En el hostal-restaurante El Bayo trabajan 11 personas, la mayoría mujeres. Justo antes de la pandemia rozaban la quincena, con 14 empleados. Los dos últimos años “han sido horribles”: han tenido cerrado, luego solo para llevar. La gente seguía trabajando pero no podían ni dejarles pasar al baño, simplemente repartían en la puerta “para que al menos pudieran comer”.

Sandra tiene claro que las mujeres deben “hacerse valer” en hostelería. Es verdad, dice que hay hombres “irrespetuosos” (señala tras buscar cuidadosamente la palabra) pero cree que es algo que debe manejarse sabiendo “dejar margen” a una con ese “hacerte respetar”. Cree que de entrada tienen más problemas que los hombres pero que cada vez está la cosa “más igualada” por cómo las mujeres “hoy en día nos hacemos valer mucho”. La mayoría de sus trabajadoras son mujeres, salvo el cocinero; algo, dice, que solía pasar también en los tiempos de sus padres.

Sandra deja bien claro que tiene “un equipo que vale su peso en oro”, en quienes confía “al 100 por cien”. Esto se ha remarcado en los últimos años, desde que tiene dos niños pequeños, lo que no le permite estar siempre en el restaurante. Madre y al frente de un laborioso negocio: mucho trabajo que hace que conciliar sea difícil. Hay guardería en Cubillos y eso “ayuda muchísimo” pero no es suficiente. Ahora bien, sabe también que su situación es mejor que la de otras mamás que se ven “más afectadas” cuando, por ejemplo, se pone enferma la profe (pues no hay sustituta).

La Invernal y otros eventos

Una de las aficiones de Sandra son los coches antiguos. Empezó con su marido y con unos amigos para luego llegar a organizar una concentración que desbordó con los años la capacidad de su aparcamiento, aunque el que tienen “es muy grande”, por lo que tuvieron que trasladarlo. Llegaron a realizar cuatro ediciones de La Invernal antes de la pandemia. Ahora rebusca entre las maneras de retomarla, aunque no lo ve claro. También colaboran con otras quedadas de motor, por ejemplo en agosto, con grupos de Narayola que en algunas ediciones antiguas alcanzaron las 500 personas.

Enfrascada en mantener este negocio familiar, cuidar de sus hijos y dar rienda a sus aficiones, Sandra Suárez Martínez es una de esas mujeres que acaban pudiendo con todo a base de renuncias. Su capacidad para delegar en su equipo, en el que tanto confía, y ese cuidado por el cliente, ese saber-hacer tan interiorizado a través del quehacer de sus padres, desde su infancia, son los pilares de su negocio. Gracias a él puede ver crecer a sus pequeños, de dos años, con los que le gustaría pasar más tiempo. Y en torno a este hostal-restaruante de sobra conocido en el Bierzo, intenta dar cabida a sus aficiones.

Portadora de las responsabilidades que supone un negocio de segunda generación que es todo símbolo de las comarcas del Bierzo y Laciana, Sandra lleva con orgullo su amor por la comarca, que tiene en estos fogones de Cubillos uno de sus más álgidos puntos de reunión. Su situación, junto a la carretera de la Espina y con las torres, todavía alzadas, de Compostilla II enfrente, conforman un paisaje que es historia del Bierzo y de Laciana y que, gracias a Sandra, continuará renovándose, quien sabe si mirando cada vez más a través del cristal del Bayo, una generación más.

Sandra Suárez, administradora del restaurante El Bayo en Cubillos del Sil. / QUINITO

 

Sandra Suárez, administradora del restaurante El Bayo en Cubillos del Sil. / QUINITO

Premios Mujer Bierzo 2022

El Ayuntamiento de Cubillos, presidido por Antonio Cuellas García, ha propuesto a esta berciana como nominada a los Premios Mujer Bierzo 2022 que organiza El Bierzo Digital. Estos premios buscan reconocer y galardonar la encomiable labor de todas las mujeres y, especialmente, a las de nuestra comarca.

Puede conocer al resto de nominadas de este año en la sección de reportajes de las candidatas a los Premios Mujer Bierzo 2022 de El Bierzo Digital. También puedes conocer a la candidata de Cubillos del año pasado en este reportaje.