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El secretario provincial del PP de León, Ángel Calvo, mostró este jueves su malestar tras las declaraciones del eurodiputado socialista José Blanco en las que abogó por la descarbonización total y atacó al ministro de Energía e Industria, Álvaro Nadal, precisamente por defender los intereses de las cuencas y de trabajar por la permanencia de las centrales térmicas frente a los deseos de algunas empresas de ir cerrando instalaciones de producción eléctrica.
El Partido Popular defendió ayer, señalan en un comunicado, únicamente con el apoyo del diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, en el Congreso de los Diputados, la necesidad de que las térmicas sigan funcionando en León en Palencia en Asturias y en Teruel y, para Calvo “la tibieza mostrada por el Partido Socialista en este debate, donde no fueron capaces de mostrar su voto favorable en defensa de las centrales térmicas amenazadas de cierre, unido a las declaraciones de José Blanco, pone de manifiesto el doble lenguaje que están manejando el partido socialista en los territorios mineros y deja en entredicho cualquier compromiso de los dirigentes socialistas de León y Asturias”.
“El mismo Partido Socialista que decidió en 2010 poner fin a las subvenciones para que fuera obligatorio consumir carbón español y que estableció en el año 2018 la finalización de la minería, vuelve a querer dar la puntilla al sector y a las térmicas con los consiguientes perjuicios tanto para los trabajadores de nuestra zona como para todo el desarrollo de la provincia y los consumidores finales de energía”, señalan.
Para el PP de León está totalmente injustificado “este afán de algunos dirigentes socialistas por terminar con la producción eléctrica originada en las térmicas de carbón que daría continuidad a la producción y el empleo en las cuencas mineras”.
Según Calvo, “es desolador comprobar cómo el PSOE va perdiendo día a día el sentido de Estado, puesto que el cierre de las centrales térmicas acarrearía un incremento de la factura de la luz que pagamos todos los españoles”. Su supuesto interés por las cuencas mineras, sus trabajadores y sus familias, apunta, “quedó hoy desbaratado por la meridiana declaración de los suyos teniendo en cuenta que José Blanco o Cristina Narbona tienen la decisión última de la posición que adopta el Partido Socialista en esta materia”.
El representante del PP de León lamentó que “mientras los jóvenes y nuevos dirigentes socialistas de Asturias y León pedían ayer protección para el carbón autóctono con la boca pequeña, sus jefes en Madrid y en Bruselas pusieran fin al carnaval de la mejor manera posible, quitándose la máscara y dejando clara y trasparente su apuesta por el fin del carbón y las centrales térmicas”.
“Es el final, añadió, de un plan preconcebido e iniciado en el 2010 con el ministro Sebastián, consentido y supervisado por Joaquín Almunia, comisario de Economía en la Unión Europea hasta el 2009 y, ahora, en el peor momento de las cuencas mineras, el ponente en Europa para la transición a las renovables, el señor Pepiño Blanco, le pone la puntilla con las bendiciones de la presidenta del Partido Socialista, la señora Narbona”, señaló y concluyó que “para Podemos, Ciudadanos y PSOE se acabó el carnaval. Sin máscara, queda claro su ‘no’ al carbón”.