La acción de Las canciones que les cantaban a los niños se desarrolla en las ciudades de Vigo y Santiago de Compostela durante la primavera del movimiento 15-M, unos meses antes de que ETA anunciara, en octubre de 2011, el cese definitivo de la actividad armada, y se remonta a la década de 1980, los años del terrorismo más duro y de los GAL.
Rosalía, una presa de ETA que acaba de salir de prisión después de cumplir su condena, da los primeros pasos de su nueva vida en libertad y se cruza con un joven, Brais, que lleva años tratando de descubrir el secreto que se esconde tras la desaparición de su madre cuando él solo tenía dos años.
Para la compañía, la obra es el drama de una guerra social representado por dos familias, la de una etarra y la de una mujer que fue asesinada por ella en un atentado, en la que el inevitable contenido político se combina con la exploración de la condición humana y temas como la culpa, la redención y el perdón.
Dirigida por Cristina Suarez y con un reparto integrado por Nerea Vázquez, Sandro Cordero y Ángeles Arenas, además de Luis Alija, la producción supone un paso adelante para la compañía asturiana Saltantes Teatro, creada en noviembre de 2013, fundada por el inquieto actor ponferradino tras acabar sus estudios de arte dramático en la E.S.A.D de Asturias y que ha actuado en la capital del Bierzo con montajes como Pareja Abierta, Hipster, oda de un Friki o El Método Grönholm.