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Ponferrada prepara la contratación del Plan del Camino de Santiago y la Inspección Técnica de Edificios

El Ayuntamiento quiere tener redactado cuanto antes el proyecto con el que se pretende dar solución al abandono de la calle del Rañadero
Calle del Rañadero
Obras en la calle del Rañadero / EBD

Aprobado el presupuesto municipal y camino de la ‘nueva normalidad’, el Ayuntamiento de Ponferrada prepara la contratación de la redacción del Plan Especial del Camino de Santiago, que tendrá como prioridad la recuperación  de la calle del Rañadero. “El plan nos dirá qué se puede hacer y qué no en esa zona”, afirma el concejal de Urbanismo de Ponferrada,  Pedro Fernández. No obstante, el edil avanza que algunos de los objetivos municipales son agilizar los trámites para la realización de obras de rehabilitación y fomentar, junto a la recuperación urbanística, el alquiler y la venta de viviendas. También se quieren determinar posibles usos para los locales comerciales.

Además, el Ayuntamiento quiere que los propietarios de los inmuebles se comprometan a su mantenimiento, para lo que será imprescindible la Inspección Técnica de Edificios, que el Ayuntamiento debería estar realizando desde hace años y que los anteriores equipos de gobierno han sido incapaces de poner en marcha. Porque Ponferrada carece de Inspección Técnica de Edificios (ITE) a pesar de que es obligatoria para todos los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes en base al Real Decreto-ley 8/2011 de 1 de julio.

La ITE tiene como objetivo la revisión periódica en los edificios de cierta antigüedad de una serie de elementos que afectan a la seguridad del inmueble y de las personas que lo habitan. Además de estar regulada por el Real Decreto-ley 8/2011, en Castilla y León el Decreto 10/2013, de 7 de marzo modifica el Reglamento de Urbanismo de Castilla y León, de manera que las inspecciones se deban realizar en edificios de más de 40 años de antigüedad y no de 50, como dicta la ley del estado. Así, se realizaría una primera inspección al cumplir el edificio los 40 años, y otras periódicas cada 10 años a partir de entonces.

En cada municipio es una ordenanza la establece los criterios fundamentales de la ITE y su implantación, algo en lo que, tras la contratación de la nueva arquitecta municipal, comenzará a trabajar en breve el Ayuntamiento, según el edil de Urbanismo.

La ITE busca dos objetivos principales, asegurar las condiciones arquitectónicas de los edificios y su salubridad. Debe ser realizada por un técnico competente que emita un certificado al que adjuntará como anexo inseparable un informe de inspección, que incluirá, entre otros contenidos: el análisis del estado de conservación, las deficiencias observadas, las obras y trabajos necesarios a realizar y los plazos para llevarlos a cabo. Las deficiencias deberán ser corregidas por el propietario.