PREMIOS MUJER 2024

De Ponferrada a las estrellas

Jesús Valero es el astrónomo del Bierzo. Ha llevado a Ponferrada a las estrellas y acaba de hacer su tercer descubrimiento astral desde el observatorio de su casa, en Fuentesnuevas. EBD te da a conocer en este reportaje el extraordinario trabajo de este ponferradino
QUINITO

Quizá no se conozca su cara, o incluso su nombre, pero Jesús Valero es el astrónomo del Bierzo. Ha llevado a Ponferrada a las estrellas y acaba de hacer su tercer descubrimiento astral desde el observatorio de su casa, en Fuentesnuevas. Sus dos primeros hitos como astrónomo amateur habían sido estrellas variables, lo que atendía a una propiedad física de las estrellas que hacían que su brillo fuese siendo más o menos potente a lo largo del día. “La astronomía no consiste sólo en mirar por un telescopio. Astronomía es también hacer descubrimientos de manera indirecta, como éstos. Los hallazgos han sido el resultado de estar observando el mismo punto de cielo varias noches y hacer un estudio de luz de cada objeto que capto. Dependiendo de la curva de luz de cada estrella puede ser una estrella ‘normal’, por así decirlo, o como en este caso estrellas variables. Las estrellas en sí ya estaban catalogadas pero aparecían como estrellas fijas, mis descubrimientos tienen que ver con ese cambio de catalogación de estrella fija estrella variable”, relata el propio Valero.

curva de luz, jesús valero astrónomo
Curva de luz de una de las dos estrellas variables que descubrió el astrónomo aficionado. / EBD

 

En esta ocasión, la fortuna ha querido que descubra algo nuevo para él en el firmamento, una estrella doble. “Son dos estrellas que orbitan una alrededor de la otra y tienen luminosidad diferente, una proyecta más luz que la otra. Con mi telescopio fue imposible diferencias ambas estrellas pero sí que fui capaz de analizar que variaba la luminosidad que desprendían. Cuando la estrella que desprende menos luz se colocaba delante de la que proyecta más luz, el volumen de luz total era inferior al que se proyectaba cuando era la estrella que desprendía más luz la que estaba delante de la que proyectaba menos luz. He tenido mucha suerte en encontrar a las tres porque en la astronomía al fin y al cabo eliges un campo de estudio al azar y el pedazo de cielo que yo puedo ver desde mi casa en Fuentesnuevas es relativamente pequeño, pero me apasiona”, relata a El Bierzo Digital.

Jesús Valero en su observatorio de Fuentesnuevas. / QUINITO
Jesús Valero en su observatorio de Fuentesnuevas. / QUINITO

Esa pasión “por lo que hay ahí afuera” le llegó siendo tan solo un niño, mientras paseaba con su padre por Valladolid cuando apenas había cumplido los diez años y vio a uno de sus vecinos observando el Sol. Años más tarde, fue su abuelo quien le hiciese el mejor regalo de su vida, su primer telescopio y a pesar de que soñaba con ser astronauta, astrónomo o piloto de avión para estar cerca del cielo, por motivos personales no pudo finalmente dedicarse a la rama de la investigación espacial, motivo que no le ha impedido mantener viva la esperanza de seguir siendo útil para los profesionales internacionales en el campo de la astrofísica y pasar sus ratos libres mirando al cielo.

saturno jesús valero
Imagen de Valero del planeta Saturno. / EBD

Por si fuera poco mirar al cielo y escudriñar palmo a palmo los astros que es capaz de ver con su equipo, Valero es capaz de sacar tiempo para compartir esta afición, como él mismo la denomina con otras como la fotografía y el amor por la naturaleza y los animales y tiene una importante base de datos de cuerpos celestes en su casa. “Hay compañeros que utilizan la astronomía de manera visual, se asoman al telescopio, ven lo que hay y con eso les llega. Yo quise dar un paso más y ver la astronomía desde otro punto de vista, desde la fotografía. Todo lo que yo veía lo quería plasmar en negativos fotográficos, en un inicio, y en una pantalla digital en la actualidad, pero que quedase constancia de esas observaciones que yo hacía. La fotografía es el eje vertebrador de todas mis aficiones y por supuesto de la astronomía”, narra. De esta manera, ha captado la Nebulosa de Orión, la Luna o el Sol y no se cansa de fotografiar una y otra vez los mismos cuerpos celestes. “No quiero completar todos los astros del cielo, quiero mejorar la imagen de un cuerpo que fotografío una y otra vez. No me canso y nunca voy a acabar de hacer esa base de datos personal”, reconoció gracioso.

Otra de las miles de imágenes de cuerpos celestes que componen el archivo de Valero. / EBD
Otra de las miles de imágenes de cuerpos celestes que componen el archivo de Valero. / EBD

Aunque le cueste darse la importancia que tienen sus hallazgos para la investigación mundial, la verdad es que Valero ha conseguido dar nombre internacional a Ponferrada. Su observatorio es uno de los 1.839 observatorios profesionales y aficionados que abastecen de información al Minor Planet Center del Havard-Smithsonian por Astrophysics con sede en Cambridge (Estados Unidos). Un día soñó con encontrar un cuerpo celeste y ponerle el nombre de su mujer pero ya no aspira tan alto y se “conforma” con seguir dedicando sus horas libras a mirar al cielo e ir descubriendo de vez en cuando nuevas estrellas variables o dobles con su “modesto” equipo. “Me gustaría descubrir un asteroide o un cometa, que no sería el primer aficionado que lo hace pero es muy complicado porque tengo un equipo muy limitado hoy en día. Prácticamente se descubren asteroides nuevos todas las semanas lo que pasa que los que quedan son poco brillantes y para verlos se necesita un equipo más grande, más caro y un cielo más ‘limpio’ o más negro que el del Bierzo para llegar a descubrirlo”.

Jesús Valero, el astrónomo aficionado que llevó a Ponferrada al cielo. / QUINITO
Jesús Valero, el astrónomo aficionado que llevó a Ponferrada al cielo. / QUINITO