Las calles de Ponferrada enmudecieron al paso de Jesús Nazareno. Caída la noche, su tradicional procesión, protagonista del Miércoles Santo, discurrió inmersa en un silencio casi absoluto, tan solo roto periódicamente por los redobles de los tambores, y alumbrada por las velas de los fieles, que agrandaron y proyectaron las sombras de cofrades y pasos en las fachadas de la Puebla.
Así, con salida y llegada a la parroquia de San Pedro, la procesión de ‘Jesús Nazareno del Silencio’ consiguió una vez más sobrecoger a los cientos de ponferradinos que se congregaron en las calles del centro de la ciudad para seguirla. Junto a ellos, destacó la presencia del obispo de la diócesis de Astorga, Juan Antonio Menéndez.
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