Y el Cristo de la Fortaleza se encontró con el de la Esperanza

La celebración del Vía Crucis en el castillo de los Templarios de Ponferrada, que se ha convertido en uno de los actos centrales de la Semana Santa de la capital berciana desde que en 2014 modificó su recorrido para introducirse en la fortaleza ponferradina, se ha desarrollado con éxito un año más. Y en esta ocasión acompañada de las altas temperaturas del día y también del ocaso, cuando ha tenido lugar la procesión.

Cientos de personas siguieron el recorrido del Cristo de la Fortaleza -una réplica de la antigua imagen de la capilla del Castillo- desde la iglesia de San Andrés hacia el interior de la fortaleza.  La imagen original del Cristo de la Fortaleza, también conocido como el Cristo de las Maravillas, es una imagen de madera policromada, realizada, según los expertos entre finales del siglo XIII y principios del siglo XIV. Su autor es anónimo y como peculiaridad, el Cristo porta una corona de Rey y no la de Espinas.  

Ya en el interior de la fortaleza templaria, los nazarenos  acompañaron a la imagen en el paso por las catorce estaciones de penitencia. Allí el Cristo de la Fortaleza se encontró con el de la Esperanza, portado por mujeres, con la canción ‘La muerte no es final’ como fondo, interpretada por la banda de cornetas y tambores ‘Nazien’ y cantada por el coro Ronda El Salvador de Toral de Merayo.