PREMIOS MUJER 2024

Ponferrada aumentó su deuda en 1.492.000 euros entre 2008 y 2016 y Cacabelos, en 1.688.000

Son los dos únicos ayuntamientos bercianos cuya deuda se incremento en los años de crisis en más de un millón de euros

Uno de cada cuatro ayuntamientos de Castilla y León, en concreto 626, han conseguido reducir su deuda viva con los bancos durante la pasada crisis económica, mientras que otros 278 han elevado el volumen de dinero que pidieron prestado a las entidades en estos años. La gran mayoría, 1.344, no tenían deuda en 2008 y así se han mantenido durante estos años: con el contador del debe a cero, según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda y Función Pública. 

El departamento que encabeza Cristóbal Montoro contabilizó que los municipios que han logrado reducir su deuda con los bancos lo hicieron en 220,33 millones; mientras que los municipios que tuvieron que financiarse la elevaron en 363,54. El resultado es que hoy los ayuntamientos de Castilla y León deben 143,21 millones de euros más que en 2008.

Los datos de la agencia Ical constatan que 26 ayuntamientos subieron su deuda viva en más de un millón de euros, con León a la cabeza, con 220,78 millones a finales de 2016 que suponen un crecimiento durante el periodo de 133,46. Asimismo, en segundo lugar de la tabla se situó Burgos, que concluyó el año pasado con una deuda viva de 205,87 millones de euros, que reflejan un incremento en 93,53 millones de euros. Ponferrada concluyó 2016 con una deuda de 33.696.000 euros, 1.492.000 más que en 2008, fecha en la que la deuda era de 32.204.000. Más llamativa es la deuda de Cacabelos, a 31 de diciembre de 2016 de 4.651.000 euros, 1.688.000 euros más que en 2008, cuando era de 2.963.000. Ponferrada y Cacabelos son las dos localidades bercianas incluidas en listado de ayuntamientos de Castilla y León que incrementaron su deuda en más de un millón durante los años de la crisis. 

La ciudad de León, a la cabeza

La cabeza del ranking de León es derivada de una herencia de la situación de quiebra técnica en la que dejó las arcas municipales el socialista Francisco Fernández, que salió a la luz en toda su magnitud tras las elecciones de mayo de 2011 y la auditoria que encargó el ganador por mayoría absoluta Emilio Gutiérrez (PP), que sacó de los cajones facturas acumuladas durante dos décadas -también de los gobiernos populares anteriores al de Fernández- próximas a los 500 millones. El nuevo regidor recurrió entonces a fondos ICO para pagar a sus proveedores y alcanzó en 2013 un acuerdo de rescate con el departamento que dirige Cristóbal Montoro para flexibilizar los pagos y poder refinanciar deuda, condicionado al control ministerial. El concejal de Hacienda y Régimen Interior del Ayuntamiento de León, Agustín Rajoy, recalcó los ajustes realizados por los populares, y ensalzó la labor del alcalde actual, desde 2015, Antonio Silván, que cerrará el ejercicio con una deuda de 200 millones.

En cuanto a Burgos, un cambio normativo estadístico con la SEK 2010, obligó a computar como deuda propia del Ayuntamiento las garantías de los consorcios de la variante del ferrocarril (44,4 millones) y Villalonquéjar (108), que dispararon los datos. El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Burgos, Salvador de Foronda, destacó que la deuda viva del Ayuntamiento ha evolucionado de forma “positiva” si no se tienen en cuenta los consorcios, y cerrará este año en 53,5 millones, frente a los 180 que se debían en 2011.

El estudio de la deuda viva de los municipios refleja que el tercer municipio por crecimiento absoluto de sus préstamos bancarios fue en el periodo de estudio San Andrés del Rabanedo, en León, que vio crecer su deuda en 51 millones de euros, hasta los 61,8 en 2016. La cuarta posición fue en este caso para Soria, que tenía al término de 2016 una deuda viva de 25,7 millones de euros, con un aumento desde 2008 en 10,9 millones. En cuanto al quinto lugar, fue para el Real Sitio de San Ildefonso, que tenía en 2016 algo más de seis millones en deuda, 4,3 más que en 2008.

Cabe destacar el caso también de algunos ayuntamiento que no tenían concertado ningún préstamo en el año de inicio de la crisis y superaban en 2016 el millón de euros, como Peguerinos (Ávila); Grajera (Segovia) y Coreses (Zamora).

Los cinco que más bajaron

En el extremo opuesto, los cinco ayuntamientos que más redujeron su deuda viva en los años del análisis fueron las capitales salmantina, vallisoletana, zamorana y palentina, junto al municipios de Aranda de Duero, en Burgos.

En concreto, la capital charra pasó de 123,8 a 80,9 millones, con un descenso en 42,89 millones de euros. Asimismo, la capital del Pisuerga redujo su deuda viva en más de 40 millones, desde los 148 a los 108. Por lo que se refiere a Zamora, si en 2008 presentaba una deuda viva de 19,3 millones, en 2016 está se situaba en los 5,1, es decir, 14,2 menos. Palencia redujo su deuda viva en esos años en 10,9 millones de euros, desde los 38,8 a los 27,8. Por último, Aranda de Duero contrajo su deuda viva en siete millones, hasta cerrar 2016 con 738.000 euros concertados.

CASTILLA Y LEÓN: