El salón de actos de las Cortes de Castilla y León acogió la proyección de la película El instante más oscuro, de Joe Wright, dentro del ciclo de cine parlamentario que organiza la institución. La sesión contó con una gran asistencia de público, reafirmando el interés por esta actividad cultural que combina cine y reflexión política.
Antes de la proyección, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, destacó la figura de Winston Churchill, especialmente su capacidad para comunicar y persuadir en momentos críticos. “De nada sirve estar convencido de algo si no somos capaces de comunicarlo, y para ello son de enorme utilidad las técnicas parlamentarias”, señaló Pollán, poniendo como ejemplo la determinación de Churchill de enfrentarse a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Pollán recordó cómo Churchill tuvo que convencer no solo a los ciudadanos británicos, sino también a sus colegas parlamentarios, a quienes ofreció “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor” como única garantía frente a la amenaza nazi. Además, el presidente de las Cortes anunció la continuidad del ciclo de cine parlamentario en 2025 y adelantó la celebración de la feria Dulce Tentación, dedicada a los postres de convento, que tendrá lugar del 13 al 15 de diciembre. Ambas iniciativas, aseguró, reflejan el compromiso de “acercar las Cortes a los ciudadanos y fomentar su participación”.
Tras la proyección, el escritor y articulista Jorge Freire ofreció un coloquio en el que destacó las lecciones universales de la película, subrayando la importancia de la prudencia en el liderazgo, especialmente en momentos de decisiones difíciles. Freire también reflexionó sobre la relación entre verdad y gobernados, señalando el debate ético entre “suministrar nobles mentiras o revelar la cruda verdad”. Asimismo, calificó el heroísmo de Churchill como una actitud “contracultural en estos tiempos post heroicos”.
El acto, conducido por el periodista Gonzalo Bans, finalizó con una reflexión sobre los elementos clave del film, como la ambición, las conspiraciones, el miedo y el poder del pueblo, enmarcados en los cruciales días en los que Churchill decidió el destino de Europa, optando por la guerra total en lugar de un armisticio con Hitler.