El albergue de peregrinos San Nicolás de Flué se ha convierte en un excelente refugio para personas sin hogar durante el estado de alarma.
Voluntarios y policía Municipal se están encargando de que los ‘sin techo’ pasen el confinamiento en las mejores condiciones posibles.
Después del ‘susto’ recibido cuando una mujer presentara síntomas compatibles con el coronavirus, tras ser descarada la enfermedad, todo ha vuelto a la normalidad en las instalaciones, donde sus ocupantes gozan de buena salud y se encuentran bien atendidos.