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Playa fluvial de Molinaseca: punto de encuentro de peregrinos y bercianos

Esta piscina natural en pleno Camino de Santiago tiene a su vera una de las localidades con las mejores hostelería y restauración de toda la comarca
Descubre la playa fluvial de molinaseca en El Bierzo
Playa fluvial de Molinaseca. / Molinaseca.es

La playa fluvial de Molinaseca es uno de los espacios con más carácter de la comarca del Bierzo. Enclavada en el corazón de la villa, y regada por el Meruelo, este lugar reúne a locales venidos de todos los rincones de la comarca con foráneos peregrinos recién bajados de Foncebadón, quienes con polvo en las suelas y cansancio en los pies agradecen cómo el frío río arrampla con los pesares del andar y las ganas renueva. La localidad, con su solemne puente como perpetuo símbolo, está volcada en el Camino de Santiago y los hostales, casas rurales, restaurantes y bares pueblan Molina con fachadas cuidadas, flores en ventanas y balcones y precios para todos los bolsillos.

El plan de tarde de playa fluvial en Molina es un clásico del Bierzo. Completamente integrada con el resto de la localidad, los fines de semana del verano jóvenes de toda la sociedad de la comarca se congregan para quitarse los calores estivales, tomar algo en sus bares y disfrutar de una cuidadísima piscina natural señalada en el mapa por el puente, todo un protagonista en el inevitable eco en instagram. Y todavía va a mejorar más pues el Ayuntamiento se encuentra a la espera de recibir una subvención del ILC para restaurar este monumento y hacer que luzca todavía más en medio de la playa fluvial de Molinaseca.

Molinaseca, recientemente nombrado uno de los pueblos más bonitos de España, representa todo lo que el Bierzo aspira a ser: una localidad jovial, con buen ambiente, mucha fiesta, buen comer y beber, alegría en las gentes, una parada de primer nivel para peregrinos y todo tipo de turistas y, además, un símbolo de industria agroalimentaria de calidad en la que el producto local se vuelve universal y la etiqueta “Bierzo”, una marca reconocible y reconocida.

Un paseo en Molinaseca debe incluir una visita a su ‘Buda’ / QUINITO

 

En la playa fluvial de Molinaseca, las tardes de verano aceptan al extranjero, que en ella encuentra el mejor relajo y descanso, así como la compañía de los locales, venidos del vecino municipio de Ponferrada y de otros muchos. El sonido de la juventud chapotea en el agua y en los altavoces de los bares cercanos. El aroma de churrascos y choricines, las tapas y los reconstituyentes bocadillos embriagan el ambiente. La luz reflejada en la piedra de puente, iglesia y casas, así como en los tejados de pizarra y en la lámina, la del Meruelo, de agua, conforma una postal digna de las más bellas acuarelas. En la playa fluvial de Molinaseca, nace cada tarde una muestra de cómo el Bierzo es capaz de acoger al peregrino, congratularse en su presencia, festejar la vida dionisiacamente y además, salpicarse de verano en el río en este enclave para el recuerdo.

Planes “de primera” cerca de la playa fluvial de Molinaseca

Si es la primera vez que visitas la playa fluvial de Molinaseca, hay dos planes que puedes hacer que recordarás probablemente toda la vida. El primero es el de acercarse a la ruta de las Puentes de Malpaso. Estas antiguas construcciones van salvando varios de los los vericuetos que el Meruelo y sus afluentillos dibujan en los valles de los montes de León por esta zona, conformando una ruta sombreada, fresca y sorprendente que puedes alargar tanto como quieras.

Existe un itinerario circular que asciende hasta hasta Riego de Ambrós y baja, después, por el Camino de Santiago, para volver a Molina. Es una marcha en la que la primera parte, sombreada por el valle, cruzando los (“las”) puentes es más fresca y la otra, la final, algo más calurosa. Pero recuerda: al final te espera la playa fluvial de Molinaseca, para solucionarte la papeleta.

Otro plan, este, sencilla y llanamente, insuperable si vienes con niños, es visitar la Herrería de Compludo. Se trata de una herrería medieval, cuyo emplazamiento en esta tierras se supone ligado a la economía monacal de la llamada Tebaida, que debido a su buen estado de mantenimiento, todavía se puede ver en acción. Es una experiencia fascinante para niños y mayores: el sonido de la fragua, el rugido del agua, el látigo del fuego, la docilidad del hierro, el crepitar de la madera… Se trata de una visita educativa de primer nivel difícilmente superable y definitivamente inolvidable.

Dónde comer cerca de la playa fluvial de Molinaseca

La playa fluvial de Molinaseca cuenta con numerosos restaurantes en las cercanías, bares de tapas y cantinas donde saciar la gusa, engalanar el paladar, darse un festín y brindar por todas las cosas buenas que tanto abundan en el planeta es la mar de fácil. Las guías a las que todos solemos acudir estarán plagadas de propuestas para todos los bolsillos que satisfarán a cualesquiera visitantes pues Molinaseca es una localidad en la que todos los turistas encuentran su acomodo.

Uno de estos lugares fascinantes que podemos encontrar cerca de la playa fluvial de Molinaseca es el restaurante María Cañas, en la plaza García Rey, en el mismo centro de la villa, a cinco minutos andando del puente. Se trata de un establecimiento donde trabajan a la brasa carnes y pescados de la máxima calidad, consiguiendo una carta de primer nivel que seduce por la nariz y enamora en la lengua. Las carnes a la brasa, el pulpo, los pimientos y las especialidades de la gastronomía local tienen cabida en su mesa. Suelen contar con menú del día y venden su propia cerveza artesana, consiguiendo así un gran nivel (y autenticidad) en el maridaje.

César Sánchez / ICAL La cuarta generación de herreros de la Herrería de Compludo, Manuel Sánchez, durante la demostración del funcionamiento de la herrería durante una visita guiada

 

Qué ver cerca de la playa fluvial de Molinaseca

Además de las puentes de Malpaso y de la Herrería de Compludo, cerca de la playa fluvial de Molinaseca puedes pasar una tarde agradable paseando por las callejuelas de esta localidad y dejándote seducir por sus barras y terrazas. No olvides catar algún mencía, pero con absoluta moderación si piensas coger el coche. Tal cosa te será necesaria si quieres acercarte hasta Ponferrada, a un puñado de kilómetros, a seguir conociendo el Bierzo, con el Castillo Templario y el resto del casco antiguo así como el Museo de la Energía como máximos atractivos.

Desde la playa fluvial de Molinaseca, también estás muy cerca de Lombillo de los Barrios. Hay un camino que une ambas localidades, que se puede transitar en coche y tiene muy buenas vistas tras la subida inicial. Una vez arriba, tienes un mirador desde el que contemplar Ponferrada y en Lombillo, mucho ambiente juvenil los findes y las tardes estivales. Desde este punto puedes acercarte a Villar, una de las localidades egregias de la comarca berciana, y de allí de vuelta, si es que es de donde saliste, directamente a Ponferrada.

La playa fluvial de Molinaseca es un plan de tarde de verano prácticamente inmejorable. Si le agregamos la visita a la Herrería de Compludo, conseguiremos un recuerdo imborrable en pequeños y mayores; con la ruta de las Puentes de Malpaso, podremos disfrutar de una jornada de senderismo todo lo fresca que decidamos; y en la hostelería de la propia localidad, podremos recuperar fuerzas, disfrutar de la mejor mesa y socializar con propios extraños, peregrinos y bercianos, pues todos ellos se congregan en Molinaseca y su playa para disfrutar de esta época del año.

4 comentarios en “Playa fluvial de Molinaseca: punto de encuentro de peregrinos y bercianos

  1. Podrían cortarse un poco con los precios en Molinaseca, se han subido un poco los humos desde que fueron nombrados el pueblo más bonito… Por 3 cervezas y dos mostos 14 euros es un un atraco… Opino

  2. Todo depende de donde lo hayas tomado no todos tienen los mismos precios, posiblemente algunos estén pasando pero no metas a todos en el mismo saco.

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