PREMIOS MUJER 2024

Pilar Marqués: “El Campus de Ponferrada se conoce más y está más consolidado”

La vicerrectora del campus berciano de la ULE hace balance del curso en el que se cumplen 25 años de su implantación
Pilar Marqués, vicerrectora del Campus de Ponferrada
Pilar Marqués, vicerrectora del Campus de Ponferrada de la Universidad de León. / QUINITO

El Campus de Ponferrada de la Universidad de León cierra un curso muy especial, en el que ha celebrado su 25 aniversario dando un impulso a su visibilización y puesta en valor tanto en el Bierzo como fuera de nuestra comarca. Su vicerrectora, Pilar Marqués, hace balance de lo conseguido en este año tan importante, pero sobre todo en el futuro de un campus que vuelve a trazar una trayectoria ascendente después de verse incluso en peligro de desaparecer no hace demasiado tiempo.

¿Qué balance hace de este curso tan especial para el Campus de Ponferrada?

Más que positivo, yo diría sobresaliente. Ha mejorado incluso las expectativas que hace más de un año teníamos para el 25 aniversario, que principalmente era visibilizar el Campus, posicionarlo en un tablero donde fuera reconocido de forma más intuitiva y hemos hecho muchos cambios, tanto en las infraestructuras como en la propia imagen del Campus. Una cosa tan sencilla pero que ha tenido mucho impacto es la fachada, con el escudo y donde se ve Universidad de León y Campus de Ponferrada ha sido importante. También la web del Campus, las redes…

¿Se conoce ahora más el Campus que hace un año?

Sí, y vamos a seguir trabajando en ello. A veces las personas que nos rodean nos dicen que este año ha sido intenso y el que viene será más relajado, pero no. Este año ha sido un año emergente, en el que hemos trazado muy bien cada movimiento y lo que hemos construido tiene que seguir creciendo.

¿Cuánto ha cambiado el Campus de Ponferrada en estos 25 años?

Yo ya llevo 23 años, así que he visto todas sus luces y sus sombras, y he sufrido sus momentos más agónicos, cuando casi nos quedamos con 400 estudiantes y nos veíamos más en León que aquí. Aquello fue triste, pero es verdad que Juan Francisco García Marín vino y lo ‘meneó’, primero con José Ramón, mi antecesor, que sacó el Campus de esa curva descendente y poco a poco empezó a reactivarse. Desde luego, se conoce más ahora y está más consolidado. Hace 25 años hubo un momento eufórico, con la implicación de políticos, sociedad y hasta deportistas; después hubo otros momentos más tristes y ahora volvemos a vivir buenos tiempos, aunque hay mucho trabajo que hacer por delante y debemos medir bien las estrategias para no equivocarnos y subir el número de alumnos y también para trabajar por la sociedad, por el territorio, por la ciudad y por el Bierzo.

Precisamente esta semana presentaron un estudio que ponía de relevancia el impacto del Campus en la zona a todos los niveles.

La Universidad necesitaba saber ese impacto positivo que tiene en el territorio y hacerlo con datos cuantitativos y cualitativos, así como hacer una reflexión de la historia del Campus y de qué se nos sigue demandando socialmente, de las fortalezas del Campus y de hacia dónde van las especializaciones. En ese sentido se hizo este estudio y, efectivamente, vimos que había un impacto positivo social y económico que se visibiliza en tablas para ver su efecto multiplicador. Si la ULE posiciona casi 5 millones en el Campus de Ponferrada, eso se multiplica por dos. Pero también hay un movimiento importante económico de los profesores, estudiantes… Total, que de los 10 millones que se consumen hay un efecto multiplicador de impacto de más de 24 millones que además generan casi 400 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. Esto nos hace pensar que si en un momento dado se toma la decisión de cerrar el Campus desparecen 400 personas. Y hay que tener en cuenta que este estudio se hizo hace un año, cuando aún no habíamos comenzado las actividades de visibilización. También hay que valorar no sólo lo que tenemos, sino lo que se puede perder, dejar una ciudad sin gente joven, sin estudiantes… Y hablamos de una zona que ha sufrido tres crisis consecutivas.

¿Cómo valoran los estudiantes el Campus de Ponferrada?

El indicador más alto es que ven Ponferrada como una ciudad segura. Luego, nuestros estudiantes nos chequean antes de llegar, tanto la oferta de ocio como la de comercio, aunque al final eligen por la titulación. También hay que destacar que nuestros estudiantes se quedan después de la primera matrícula, no hay un abandono, sino una fidelización. Ahora es casi una moda cambiar de titulación tras el primer año, pero nuestros estudiantes no lo hacen. Aunque haya un número importante que hubiera preferido otra ciudad, no intentan cambiar después del primer año. El estudio remarca que después de ese año lo que más valoran es el profesorado, con más de un 9,5 sobre 10, y tienen mucha relación con ellos incluso después de los estudios.

Pilar Marqués, vicerrectora del Campus de Ponferrada de la Universidad de León. / QUINITO

El crecimiento del Campus también queda reflejado en una nueva cátedra y un nuevo grado para el curso 2023-24 que se anunciaron esta semana.

Las cátedras son un contexto impulsor en una dirección. Normalmente se hacen de la mano de administraciones públicas o incluso de empresas. Nosotros hemos pensado que lo mejor para que sea sostenible en el tiempo es tirar de esas tres patas: la administración pública, el tejido empresarial y el tercer sector. Por eso los socios de esta cátedra son el Ayuntamiento de Ponferrada, Bio3 y Asprona Bierzo.

Por otro lado, nuestro rector anunció el grado de Nutrición Humana y Dietética, que vamos a iniciar en el curso 2023-24 y para el que estamos trabajando ahora de la mano de todas las facultades con el liderazgo de la vicerrectora de Actividad Académica. Es un trabajo intenso, porque hay que responder a los plazos antes de llevarlos a las agencias de calidad y a la Consejería.

El Campus se está enfocando a las Ciencias de la Salud, ¿llegaremos a ver Medicina en Ponferrada?

No lo sé, habrá que preguntárselo al Rector (ríe). Siempre hemos querido diseñar el Campus en dos vertientes, la Ingeniería enfocada al entorno y el medio natural y las Ciencias de la Salud, dos especializaciones que tienen todo el sentido en nuestro entorno. Las Ciencias de la Salud por la demanda social y las Ingenierías por el entorno que tenemos y también por la demanda social, porque sus egresados salen con la máxima empleabilidad. Yo creo que el enfoque es el adecuado, sabiendo que hay un descenso de la natalidad y también que cada vez hay menos estudiantes que ven como primera opción ir a la universidad. Con todo ello, nosotros tenemos que diseñar una estrategia cautelosa, pero acertada.

Esa estrategia también se enfoca a los títulos propios…

Sí, tenemos el Máster de Geoinformática, que aunque no es un título propio tiene mucha demanda, y el título propio de Internet de las Cosas, que también se cubre. Estos títulos tienen mucha relevancia y así lo valora la nueva Ley de Universidades dentro de la formación permanente, porque son títulos que dan respuesta a la demanda del mercado. La Universidad tiene que ser receptiva porque es lo que se está demandando.

También le han dado un impulso importante a la internacionalización del Campus.

El contexto de internacionalización es muy importante para nosotros y el vicerrector, Roberto Baelo, siempre está con el máximo compromiso, porque la diseña no sólo fijándose en la movilidad, sino en el retorno que tengan las relaciones con profesores, investigadores y estudiantes con otros países para hacer luego ‘networking’ y proyectos de forma conjunta.

¿Cuántos estudiantes tiene el Campus y cuántos le gustaría tener?

Los listados se cierran en septiembre, pero estaremos en torno a los 700 alumnos. A mí me gustaría llegar a los mil, aunque sé que es complicado, pero debemos trazar esa estrategia. Con Dietética y Nutrición vamos a comenzar de forma muy prudente, con unos 30 o 35 estudiantes, pero la memoria refleja que se pueda incrementar hasta 45 o 50.

¿Y en cuanto a plantilla qué números tiene el Campus de Ponferrada?

Es difícil contabilizar la plantilla porque hay profesores que están siempre aquí y otros que se mueven entre Ponferrada y Vegazana, pero sumando podríamos estar hablando de una plantilla de cien personas. El nuevo grado va a generar un incremento de plantilla tanto de profesores como de administración y servicios.

Pilar Marqués, vicerrectora del Campus de Ponferrada de la Universidad de León. / QUINITO

Hablemos de retos. ¿Cada cuánto puede aspirar a tener un nuevo grado un campus como el de Ponferrada?

La Junta pregunta todos los años a las Universidades, así que habrá que estar ahí. Tenemos que trabajar con mucha cabeza, pero si respondemos como lo estamos haciendo tampoco hay que flaquear y hay que ser valientes. A los campus periféricos se les está dando más importancia que hace unos años, porque cuesta lo mismo poner un grado en Vegazana que en Ponferrada, pero el impacto social es muy grande aquí, y la Universidad también está para ese desarrollo del territorio. Además, nosotros nos nutrimos mucho de nuestros egresados y deberíamos hacer estrategias para retener ese talento. Quizá la Universidad ahí no puede hacer gran cosa, pero trabajando juntos con la Administración y otros agentes se puede hacer algo adecuado.

¿Encuentran buena recepción en esas administraciones y en las empresas?

Las relaciones institucionales con las empresas las estamos incrementando cada vez más. Soy consciente de que la situación es complicada para las empresas y tienen que ser muy cautelosas, así que los proyectos que les llevemos deben ser acertados para que no impliquen riesgos. Se pueden hacer estrategias desde dentro del grado, colaboraciones de profesores con empresas… Hemos visto trabajos de fin de máster que son aplicables al día a día y a facilitar la vida a los empresarios. Nosotros estamos para construir ese conocimiento y cada vez estamos encontrando más receptividad y vamos a seguir trabajando en esos acercamientos, también con el Ayuntamiento, Consejo Comarcal e incluso con la asociación de comerciantes Templarium, porque nuestros estudiantes consumen en Ponferrada y el comercio tiene que verlos como posibles consumidores y vamos a trabajar de forma conjunta.

¿La espina del colegio mayor sigue clavada?

Tenemos que tener paciencia, todos lo queríamos para ayer, nuestro rector el primero, pero hemos visto que desde que haces un proyecto hasta que empiezas con los trámites pasa un tiempo, y cuando lo estás desarrollando nos llega la situación de inflación actual y hay que volver a hacer números. Pero el colegio mayor ya está, ya quisiéramos ver las obras, pero tenemos que tener paciencia porque hemos conseguido un compromiso demandado desde hace 20 años, así que si ya lo hemos conseguido lo vamos a ver y va a ser un colegio mayor muy bonito y del que nos vamos a sentir todos muy orgullosos.